España ya registra cinco casos de la nueva variante BA.2, conocida como 'ómicron sigilosa'. Madrid, Cataluña y Baleares han sido las primeras comunidades en detectar estos casos. A la espera de examinar más a fondo esta nueva versión, lo cierto es que ya se conoce cómo puede afectar a la población.
La variante, BA.2, es una nueva versión de ómicron más contagiosa, aunque sus síntomas son más leves y se parecen a los del resfriado común. Sin embargo, las autoridades sanitarias de algunos países como Dinamarca y Reino Unido ya han alertado sobre su rápida transmisión.
El doctor Vicente Andreu, investigador del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi Sunyer del Hospital Clinic de Barcelona, explica para La Razón, los efectos perjudiciales de esta nueva variante. Aunque con los datos recabados hasta ahora no se pueden sacar unas conclusiones claras, Andreu señala que, "respecto a su transmisibilidad, no parece que la haya evidencias de que la variante sigilosa (BA.2) sea más grave que la actual (BA.1)".
Más leve, más contagiosa y más silenciosa. Los primeros datos en Dinamarca indican que no se observa mayor grado de hospitalización en los pacientes. Respecto a la eficacia de las vacunas, Andreu afirma que todo parece indicar que "mantienen su efectividad frente a esta nueva variante".
El doctor Andreu añade que el término 'ómicron sigilosa' puede llevar a confusión, ya que se debe a que BA.2 no presenta la mutación en el gen S (del69/70) que sí está presente en la variante alfa y en la ómicron más extendida y que permite detectarlas en PCR rutinarias. Este hecho ha dificultado la detección de BA.2 cuando se utilizan los análisis PCR diseñados para detectar alfa u ómicron por la mutación presente en ambas cepas, siendo necesario modificar dichos test PCR para detectar adecuadamente BA.2".
La subvariante de ómicron, la nueva BA.2, que se diferencia del original en algunas mutaciones, incluida la proteína espiga, se ha extendido ya por unos 40 países, como Dinamarca, Reino Unido o India, motivo por el que la Organización Mundial de la Salud ha pedido que se vigile su desarrollo.