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Si aún no has oído hablar de la dieta de la zona, es el momento de que la conozcas. No se trata de una dieta estricta, sino de un estilo de vida liderado por una alimentación saludable. Detrás de esta dieta que está arrasando se encuentra el doctor Barry Sears.
A día de hoy son muchos quienes la siguen. Entre ellos una de las mejores actrices de Hollywood, Jennifer Aniston. Su base es la siguiente: bloques de hidratos, proteínas y grasas en proporción de 40/30/30 repartidos a lo largo del día en un total de cinco comidas (tres principales y dos almuerzos).
El objetivo del doctor es garantizar siempre un buen estado de salud. Por ello, busca equilibrar nuestro cuerpo y todos sus valores. Siempre será sencilla, hiperproteica e hipercalórica, disminuyendo a diferencia de otras dietas la cantidad de hidratos de carbono.
Puedes tomar cualquier alimento que te apetezca, eso sí, cumpliendo siempre con las proporciones. Distinguimos tres bloques:
Una vez quedan claros los tres bloques, pasaremos a establecer cómo distribuirlos. Siempre se harán cinco comidas al día. La cantidad que cada uno podrá ingerir dependerá de la actividad física que se realice y de la cantidad de grasa y masa magra que se tenga.
Atendiendo a las características de cada persona, se elaborará la distribución de los bloques, que podrán alcanzar los doce.
Es importante que, en caso de que te animes a probar con esta dieta, acudas a tu médico para plantearle el plan y que te aconseje. Nunca se deben realizar cambios importantes en la alimentación sin consultar previamente a un especialista.
Dentro de la dieta de los bloques, existen una serie de consejos que ayudarán a desarrollarla sin complicaciones.
En el caso del desayuno, éste siempre será imprescindible. No se aconseja jamás saltarse el desayuno, es una de las tres comidas principales. Además, debe ser equilibrado y saciar hasta el punto de no necesitar volver a comer hasta pasadas unas cuatro horas.
No ocurre lo mismo con el almuerzo de media mañana. En este caso vamos a ingerir menos cantidad, la justa para no llegar hambrientos a la segunda comida principal, la de mediodía. Tomaríamos, por ejemplo, un yogur natural con nueces.
Al mediodía, volvemos a tomar más cantidad. Es importante que esté equilibrada la cantidad de verdura con la cantidad de proteína. Una ensalada y pollo a la plancha sería una buena opción.
La segunda comida de apoyo, la merienda, se parecerá al tentempié de media mañana. No es recomendable saltársela. Siempre será preferible comer algo, que no hacerlo. Además, lo ideal es añadir fruta.
Por último, la tercera comida principal, la cena. Será siempre más ligera que la comida de mediodía. No obstante, incluiremos también proteínas como puede ser el pescado.
A todos estos consejos se suman la ingesta diaria de al menos 2 litros de agua y la realización de ejercicio físico, entre otros hábitos saludables que puedan servir de complemento a una alimentación sana y equilibrada.