Es muy posible que muchos ya estén empachados de oír y leer cosas sobre la importancia de seguir una dieta saludable, sin saber muy bien aún de qué va. Probablemente, haya otros tantos que crean en los poderes curativos de determinados alimentos. También habrá bastantes que lleven años saltando de una dieta a otra, según las modas y los dictados de los últimos gurús en la materia.
La dieta saludable se ha convertido en uno de los pilares fundamentales de un estilo de vida ligado al bienestar, pero ¿sabemos qué es una dieta saludable? El conocido epidemiólogo Miguel Ángel Martínez-González y la periodista Marisol Guisasola acaban de publicar el libro titulado "¿Qué comes?", una obra fundamental para los que quieren cuidar su alimentación y aprender a comer "con ciencia y con conciencia".
¿Qué dieta hay que seguir para prevenir la depresión, el cáncer de mama o la demencia?, ¿Sabías que la vitamina D reduce el riesgo de padecer infecciones por virus?, ¿Sabías que la covid-19 se ceba con los diabéticos e hipertensos? son algunas de las preguntas que el doctor y la periodista experta en nutrición responden en esta obra.
Los autores desbancan mitos, aclaran leyendas urbanas y hablan sin tapujos de la industria alimentaria y farmacéutica. Esto ayudará a entender hasta qué punto mantener unos buenos hábitos alimentarios resulta vital para nuestra salud, especialmente en tiempos de coronavirus.
La pandemia ha cambiado la forma en la que vivimos y trabajamos. Al distanciamiento físico, las mascarillas y el lavado de manos debemos sumarle una correcta alimentación, vital para resistir al virus.
El doctor afirma que la mejor dieta contra el coronavirus, es una correcta dieta mediterránea por su adecuación nutricional: "Nos referimos a cubrir todas las necesidades de vitaminas y minerales para obtener un patrón alimentario completo. Esto nos deja muy bien protegidos ante infecciones virales".
Además señala que, la mala alimentación, puede traernos nuevas epidemias: "Cuando nos dedicamos a comer alimentos ultraprocesados y con poca calidad nutricional somos muchos más vulnerables tanto a esta infección como a otros virus que puedan aparecer".
Para evitarlo, se destaca la gran importancia de la vitamina D en la prevención de cualquier enfermedad vírica: "Hay estudios observacionales que sugieren que tener unos niveles adecuados de vitamina D protegen de la infección o de que esta sea más grave. Hay macroestudios que señalan que los países cuyas personas tienen menos niveles de vitamina D, han sido más afectados por el virus. Esto puede mejorarse simplemente tomando el sol de 15 a 20 minutos al día en cara y antebrazos", explica el doctor.
Por otro lado, Martínez-González explica que la posibilidad de contagio por covid-19 a través de los alimentos es algo que se ha descartado: "Lo importante es la carga viral, se puede detectar cierta cantidad de virus en un alimento o en su envoltorio, pero se descarta que sea la suficiente como para crear una infección".
La tardanza de la comunicación por parte de China sobre la transmisión persona a persona del virus influyó al resto del mundo y ahora se encuentra en el punto de mira por el poco control alimentario del país, el epidemiólogo afirma así que "el virus no es tanto por comerse al animal sino por el ambiente que se creó con la propia respiración de estos animales en el mercado de Wuhan".
En el libro se explica que los factores de riesgo que hacen que alguien sufra una infección grave de covid-19, aparte de tener más de 65 años, son: padecer una enfermedad pulmonar crónica, una enfermedad cardiovascular, la diabetes, la obesidad, la insuficiencia renal avanzada, una enfermedad hepática o por defectos de inmunidad.
El doctor, de esta manera, señala que un estudio realizado en Nueva York comprobó que la obesidad multiplica por dos el riesgo de ingreso hospitalario por coronavirus ya que dificulta la ventilación pulmonar. También llama la atención qué personas con cualquier tipo de enfermedad cardiovascular y los diabéticos respondan peor a la covid-19, la buena noticia es son ampliamente prevenibles: "Se debe evitar el tabaco, mantener un peso saludable o hacer actividad física dos horas y media a la semana mínimo, entre otros hábitos", describe el doctor.
"El objetivo de los epidemiólogos es curar sociedades enfermas, antes de la pandemia la combinación de sobrepeso y obesidad ya reducían nuestro producto nacional bruto, esta enfermedad también es una pandemia, aunque más silenciosa", apunta el doctor.
En España, un estudio publicado en la revista de Cardiología prevé un aumento del 16% -entre 2016 y 2030- de los casos de adultos con sobrepeso en nuestro país; esto supondría un sobrecoste sanitario directo de casi 60%: "La verdadera prevención es la dieta y el estilo de vida, el ejercicio y tomar las riendas de la propia conducta. Muchos médicos de familia afirman que la gente solo quiere que les receten fármacos, no valoran los consejos sobre dieta o estilo de vida", lamenta el doctor.
La saturación de la Atención Primaria, y de la Sanidad Pública en general, es algo preocupante y más cuando se trata de una pandemia tan agresiva como la del coronavirus, es por ello que Martínez-González, además de señalar la falta de medios, advierte de que una buena dieta puede salvar nuestra sanidad: "Nuestro sistema de salud es muy bueno en el tratamiento de casos agudos, pero la prevención de enfermedades y la promoción de la salud es nuestra asignatura pendiente. Esto se hace notar en la pandemia, debíamos haber tenido mucho más desarrollado el sistema de rastreo y hacerle frente desde la prevención".
La dieta mediterránea tiene muchos beneficios, tales como la protección cardiovascular, la reducción de mortalidad prematura, de depresión o de fragilidad en las personas mayores y en algunos cánceres como el de mama o el de estómago. Para conocer realmente en qué consiste una buena dieta mediterránea el doctor da una serie de características:
A la dieta hay que sumarle el ejercicio, el doctor afirma que "ninguna medicina consigue reducir tanto la mortalidad como la práctica regular de actividad física, además mejora las funciones cerebrales superiores". Y es que estos hábitos saludables nos pueden alargar la vida de 5 a 10 años, según explica el epidemiólogo basándose en varios estudios de la Escuela de Salud Pública de Harvard, con quien lleva colaborando varios años.
Hay mucha intoxicación informativa respecto a ciertas dietas poco sólidas, comunmente llamadas 'dietas milagro', el doctor se posiciona de forma "bastante crítica" contra ellas porque "no se puede hablar de milagros en ciencia". En su opinión, la peor es la dieta crudivegana: "En esta dieta no se cocina nada por encima de 46 grados por el mito de que se van a perder todas las vitaminas. Esto produce mucho defícit nutricional".
En España, afirma que la dieta más prácticada es la de 'tipo americano': "Una dieta basada en refrescos, bebidas azucaradas, carne procesada, bollería industrial y productos ultraprocesados destaca entre nuestros jóvenes", lamenta el doctor.
Del mismo modo, recalca que "debemos volver a la dieta de nuestros abuelos, a la dieta mediterránea tradicional". Este tipo de alimentación era típica en las poblaciones de la cuenca mediterránea durante los años cincuenta y, aunque lamentablemente no es el patrón alimentario que seguimos en nuestro país a día de hoy, debemos impulsarla de nuevo para gozar de una buena salud ya que está calificada científicamente como la más sana de todas.