Pese a haber sido una de las primeras comunidades autónomas en tomar medidas Madrid sigue encabezando la estadística de fallecidos y contagiados con COVID-19, una situación que hace más difícil iniciar la desescalada en una región en luto y con múltiples espacios reconvertidos para afrontar la crisis.
El 25 de febrero la Comunidad de Madrid registró el primer positivo con coronavirus y una semana después, el 5 de marzo, la primera muerte.
Desde entonces, las cifras empezaron a crecer exponencialmente hasta llegar a registrar más de 300 fallecidos y más de 3.000 contagiados en un día.
La Comunidad de Madrid ha encabezado durante prácticamente toda la pandemia estos registros de casos de coronavirus en España y lo sigue haciendo pese a haber empezado a doblegar la curva.
Actualmente hay 8.332 fallecidos y 62.205 contagiados con PCR confirmada en la Comunidad de Madrid, según datos del Ministerio de Sanidad, lo que representa el 33 % y el 28 % del total de casos en España.
Sin embargo, la cifra de fallecidos con coronavirus o sospecha de haberlo padecido es muy superior ya que para el recuento diario la Comunidad de Madrid solo facilita al Ministerio de Sanidad los muertos en hospitales con PCR confirmada o con diagnóstico clínico de COVID-19.
A esta cifra habría que sumar los fallecidos en residencias (5.828 según la Consejería de Políticas Sociales) y los fallecidos en domicilios y en otros lugares (827 y 24 según datos de la unidad de Sanidad Mortuoria de la Comunidad de Madrid).
La primera persona fallecida con coronavirus en la Comunidad de Madrid fue una mujer de 99 años de una residencia de mayores de la capital.
Este tipo de centros ha sido uno de los principales focos de contagio por la población vulnerable que acogen y por su falta de preparación en la mayoría de los casos para hacer frente a una crisis sanitaria de esta magnitud.
La Fiscalía mantiene abiertas en España 109 investigaciones penales por la situación creada en las residencias de mayores a causa de la pandemia, casi la mitad de ellas (42) en la región madrileña.
Además, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha dictado dos auto en los que ordena a la Consejería de Sanidad dotar de manera inmediata de personal sanitario y medios para hacer pruebas diagnósticas en residencias de mayores de los municipios de Leganés y Alcorcón tras aceptar las demandas presentadas por ambos ayuntamientos.
El Gobierno regional, por su parte, ha intervenido 14 residencias ante el "incremento no esperado de fallecimientos", y ha situado a la Consejería de Sanidad al frente de la gestión sanitaria de unos centros que hasta ahora solo dependían de Políticas Sociales.
Algunos de ellos acumulan decenas de fallecidos con coronavirus, una información que casi siempre han facilitado las propias residencias ante la dificultad para conseguir datos desagregados por parte de la Comunidad de Madrid.
La crisis del coronavirus ha obligado a la Comunidad de Madrid a hacer una reconversión de urgencia de espacios para afrontar la pandemia, con la Guerra Civil como único precedente.
El caso más icónico ha sido el del recinto ferial de Ifema, que ha acogido durante 40 días en dos de sus pabellones un hospital provisional para pacientes con coronavirus.
La bajada de la presión asistencial en la región ha hecho posible cerrar el 1 de mayo este hospital, el más grande de España por el número de camas en uso, que llegó a acoger a cerca de 4.000 enfermos en el punto álgido de la crisis.
También han cerrado recientemente algunos espacios habilitados en hospitales de la comunidad para ampliar su espacio, como el archivo del Puerta de Hierro de Majadahonda, mientras que siete de los 13 hoteles medicalizados de la región han empezado a replegar su actividad y confían en recuperar pronto su uso original.
Otros hoteles abrieron sus puertas para acoger exclusivamente a sanitarios, personas mayores o personas sin hogar. Además, un pabellón de Ifema sigue siendo refugio temporal para personas sin hogar asintomáticas, al igual que un polideportivo de la capital.
Tanto las cifras diarias como el cierre de muchos espacios reconvertidos de urgencia demuestran que la crisis sanitaria ha mejorado considerablemente en la Comunidad de Madrid, en luto indefinido desde el pasado 30 de marzo.
Sin embargo, la región sigue liderando las estadísticas de fallecidos y contagiados como ha ocurrido durante prácticamente toda la pandemia, pese a haber sido una de las primeras comunidades en actuar con medidas como el cierre de los centros educativos.
Ahora, la Comunidad de Madrid puede ser la última, junto con Cataluña, en afrontar determinadas fases de la desescalada al arrancar de "un punto de partida más complicado", según ha advertido el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón.
Tanto la Comunidad de Madrid como el Ayuntamiento de la capital han empezado a planificar lo que el Gobierno de España denomina como "nueva normalidad".
La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, ha reclamado a Pedro Sánchez una mesa específica de trabajo con el Ejecutivo autonómico para poder "materializar todas las necesidades".
Por su parte, el alcalde de la caapital, José Luis Martínez-Almeida, ha mandado a los grupos de la oposición una propuesta en la que plantea dos mesas técnicas, una social y otra económica, para reactivar la capital.
Son los dos ámbitos que más preocupan una vez que se supere la crisis sanitaria en una región con casi 75.000 ERTE que afectan a más de 450.000 trabajadores y donde las peticiones de ayuda de familias que hasta ahora podían sobrevivir por sus propios medios empiezan a ser una triste realidad.