Investigadores de la Universidad de Monash en Melbourne, Australia, han descubierto por primera vez una forma de prevenir y revertir el daño causado por el síndrome del corazón roto, también conocido como miocardiopatía de Takotsubo, para el que no existe un tratamiento estándar.
La mayoría de los pacientes se recuperan por completo en dos meses, lo cual es una buena noticia, pero la mala noticia es que, en el camino, algunos pacientes sufren insuficiencia cardíaca significativa y otras complicaciones hospitalarias aunque la muerte es rara. La insuficiencia cardíaca ocurre en aproximadamente el 20 por ciento de los pacientes, y las opciones terapéuticas siguen siendo limitadas.
El síndrome del corazón roto es un debilitamiento del ventrículo izquierdo, la principal cámara de bombeo del corazón y es provocado por estresantes desencadenantes emocionales a menudo después de eventos traumáticos como la muerte de un ser querido o una separación familiar. Esta condición imita un ataque cardíaco con dolor en el pecho, dificultad para respirar y latidos cardíacos irregulares.
En los países occidentales hay una distribución clara y desigual entre los pacientes con Takotsubo: la afección ocurre casi exclusivamente en mujeres, especialmente después de la menopausia, y una nueva investigación sugiere que hasta el 8 por ciento de las mujeres sospechosas de tener un ataque cardíaco pueden tener este trastorno.
Si bien los síntomas principales son dolor en el pecho y dificultad para respirar, se desconoce la causa precisa. Los expertos creen que el aumento de las hormonas del estrés esencialmente inunda el corazón, provocando cambios en las células del músculo cardíaco o en los vasos sanguíneos coronarios (o ambos) que impiden que el ventrículo izquierdo se contraiga de manera efectiva. Esto provoca una sensación de dolor intenso en el pecho que puede confundirse con un ataque cardíaco.
Utilizando modelos de ratón, el estudio preclínico publicado en la aclamada revista 'Signal Transduction and Targeted Therapy', ha demostrado el beneficio cardioprotector de un fármaco llamado ácido suberanilohidroxámico, o SAHA, que mejoró drásticamente la salud cardíaca y revirtió el corazón roto. El estudio histórico utilizó SAHA para apuntar a genes y es una primicia mundial para la miocardiopatía de Takotsubo.
SAHA, utilizado actualmente para el tratamiento del cáncer, está aprobado por la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) y la Administración de Productos Terapéuticos de Australia (TGA), funciona proporcionando un beneficio protector a los genes y, en particular, al índice de acetilación/desacetilación (Ac/Dc), un proceso importante que regula la expresión génica.
El objetivo del estudio, dirigido por el profesor Sam El-Osta de la Escuela Clínica Central de Monash, era comprender mejor el mecanismo regulador como un primer paso hacia mejores planes de tratamiento. "Demostramos por primera vez que un fármaco que muestra un beneficio preventivo y terapéutico es importante para un corazón sano. El fármaco no solo ralentiza la lesión cardíaca, sino que también revierte el daño causado al corazón estresado", ha señalado el profesor El-Osta.
"Este estudio preclínico describe un nuevo estándar en el potencial preventivo y terapéutico utilizando un fármaco cardioprotector que se dirige a los genes del corazón", señala el profesor El-Osta. El equipo está comprometido con la investigación de la salud de la mujer reconociendo la prevalencia de sexo desigual de casi 9:1 (mujer a hombre). "Basándonos en estos resultados prometedores, estamos enfocados en el desarrollo continuo de compuestos como SAHA para mejorar el beneficio cardíaco y una vida más saludable", concluye.