La Policía Municipal de Madrid ha desalojado un local, ubicado cerca de la Gran Vía, que incumplía el horario establecido por las medidas de seguridad por el coronavirus y en cuyo interior había 42 clientes que no llevaban mascarilla y no respetaban el distanciamiento social.
La actuación policial se realizó a las tres de la mañana del pasado 11 de septiembre cuando la Policía Municipal de Madrid recibió un aviso de los vecinos de la zona, en el que advertían que en el local se estaba celebrando una fiesta con música y mucha gente.
Los residentes se quejaron porque la salida de emergencias de este establecimiento, que ejerce como bar restaurante, es anexa a las puertas del inmueble.
Los agentes encontraron el cierre del local bajado y en su interior había 42 clientes más el encargado. Estaban vendiendo consumiciones con un fuerte olor a tabaco.
El local tenía dos plantas, la primera con un aforo de 74 personas y en el sótano había 37 clientes, cuando el aforo es de 16 personas.
Los policías propusieron para sanción a 36 clientes del establecimiento por no usar la mascarilla y no respetar las medidas de seguridad.
También fue denunciado el dueño del establecimiento por incumplir la normativa de restricciones por el coronavirus y por infringir la Ley de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas (LEPAR).
La Guardia Civil y la Policía Local de Pego (Alicante) han desalojado a un centenar de jóvenes que participaban en una fiesta en la que no se respetaban las medidas de seguridad por la covid y que no contaba con autorización administrativa.
La fiesta se ha desarrollado durante esta noche y parte de la mañana de este domingo, en el paraje natural de la marjal de Pego-Oliva, en el término municipal de Pego, han informado a EFE fuentes de la Policía Local de esta localidad.
Alrededor de un centenar de jóvenes ha asistido a la fiesta, y la Guardia Civil junto con la Policía Local han procedido a desalojarlos durante toda la mañana.
Se van a levantar las correspondientes actas por infracción del promotor, al tratarse de una fiesta que no tenía autorización administrativa, y por no respetarse las medidas de seguridad establecidas con motivo de la COVID-19, han indicado las fuentes.
Los participantes se habían desplazado para asistir a la fiesta desde distintos puntos de España como Madrid, Barcelona y Albacete, y también de Galicia.