A medida que avanza el tiempo, los profesionales sanitarios hallan nuevos síntomas de la covid El último, el síndrome del 'dedos congelados'. Las lesiones cutáneas a causa de la nueva enfermedad son conocidas desde hace tiempo, pero existe una distinción entre ellas.
Hay dos tipos de lesiones dermatológicas, según los especialistas. Las primeras, las que son más parecidas a una congelación, que se ponen más azules por la falta de riego sanguíneo, se dan sobre todo en pacientes que presentan un cuadro grave, que ingresan en la UCI; y las segundas, las que se dan en manos y pies, más tipo sabaón, rojizas, que pueden doler o picar. En estos casos, suele aparecer en pacientes jóvenes y asintomáticos o con un cuadro leve.
Así lo explica Esther Freeman, dermatóloga del Hospital General de Massachusetts, Boston, EEUU. "Nunca antes había visto tantos dedos de pies en mi correo. Mi clínica de telemedicina está repleta", señalaba la profesional sanitaria sobre la aparición de estos casos.
El 16 de abril, el Journal of the American Academy of Dermatology publicó un estudio sobre los efectos dermatológicos del coronavirus que contradecía aquellas primeras teorías que sostenían que el virus solo afectaba a los pulmones. Una de las conclusiones extraídas del estudio es que si bien la pérdida de olfato y gusto es uno de los primeros síntomas, las erupciones en los dedos de los pies podrían ser un indicador temprano de la enfermedad.
Estos síntomas de 'dedos congelados', en ausencia de una PCR, pueden ser también un indicativo de que el paciente tiene el covid19. Según las autoridades sanitarias, estas lesiones pueden durar entre dos y cuatro semanas. Se desconoce por qué las lesiones en la piel han tenido mayor impacto en la primera ola que en la segunda. La causa puede ser que el virus haya mutado.
"El mensaje a la población es que no entren en pánico. No quiero que la gente piense que si le aparecen manchas moradas en los dedos de sus pies van a terminar conectados a un respirador en una unidad de cuidados intensivos, UCI", destacaba Freeman, investigadora de la Escuela de Medicina de Harvard y directora del estudio, en el que colabora la Academia Estadounidense de Dermatología.