“Mis amigos organizan una cena navideña y no quiero ir”: 10 trucos para decir que no sin quedar mal
Aunque no están prohibidas, los expertos sanitarios recomiendan evitar las reuniones sociales con diferentes grupos de amigos para evitar contagios innecesarios
Elena se encuentra entre la espada y la pared: “Mis amigos organizan una cena navideña y no quiero ir, pero me da apuro decirlo"
Si la presión social te está afectando, en Yasss hemos recopilado 10 recomendaciones psicológicas para aprender a decir que no sin sentirte culpable
El año pasado lo único que nos preocupaba por estas fechas era no gastar demasiado dinero en regalos, escoger el mejor cotillón de la ciudad y hacer hueco en el estómago para asistir a todas las cenas navideñas. En 2020 el cuento ha cambiado y la preocupación por el coronavirus nos ha hecho más selectivos socialmente.
Sabemos –al menos la mayoría– que quedar cada día con un grupo de amigos es una imprudencia. Por eso estamos valorando más el tiempo en familia de cara a estas Navidades. Protegernos es proteger a nuestros seres queridos, y si para ello tenemos que rechazar planes, lo haremos sin miramientos.
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Uno de los muchos planes son las cenas sociales, típicas de las fechas navideñas. Con los compañeros del instituto o de la universidad, con los colegas de trabajo, con los amigos de tu pareja o con tu grupo de toda la vida... Cualquier excusa vale para juntarnos y compartir batallitas. Pero este año, las cenas en grupo se han vuelto un plan controvertido. En primer lugar, porque los expertos sanitarios recomiendan limitar los contactos y, en segundo lugar, porque nosotros somos los primeros en sentirnos incómodos juntándonos con tanta gente. En consecuencia, ha surgido una nueva preocupación: ¿Cómo decir que pasas de cenas sin quedar mal?
La opinión de los jóvenes sobre las cenas navideñas
Para conocer la opinión de la población joven, hemos preguntado a varios veinteañeros por su opinión sobre las cenas navideñas en 2020, el año protagonizado por la pandemia.
Luis, de 24 años, ha decidido anular todas las celebraciones. “En Navidad me voy a ver a mis padres, y en mi ciudad de toda la vida solo tengo dos grupos de amigos. Todos hemos acordado pasar de cenas este año. Ya habrá tiempo”.
Elena, de 27 años, se encuentra entre la espada y la pared. “Mis amigos organizan una cena navideña y no quiero ir. Me da apuro decirlo, porque un chico del grupo se rajó y le metieron mucha caña. No sé qué haré al final”.
“Tengo tres cenas este año, pero con medidas de seguridad. Mascarilla todo el rato y sin tocarnos. Para una vez al año que veo a la gente a la que quiero, me da rabia perdérmelo”, confiesa Esther María, de 21 años.
Rubén, de 23 años, ha rechazado varios planes. “Mis amigos querían hacer una fiesta en casa de uno de ellos y quedarnos hasta las seis de la mañana. Yo paso. Tampoco voy a ir a las cenas porque sé que estaré nervioso luego con mi familia por si les pego algo. Este año solo hago planes al aire libre. Paseítos o terraceo”.
“Somos un grupo de 6 amigos así que sí que iré a la cena, pero todos hemos prometido no juntarnos con nadie que no sea familia los días antes”, afirma Carlos, de 29 años.
Cenas navideñas: ¿sí o no?
Salvador Illa, ministro de sanidad, ha decretado que está permitido viajar al lugar de residencia de allegados, es decir, personas con las que compartimos un vínculo afectivo especial pero que no son familias. Por lo tanto, visitar a nuestros amigos está legalmente permitido, siempre y cuando se respete el límite de 6 personas –10 en Nochebuena y Nochevieja–.
Pero debemos ser prudentes. Si tu quedas con dos amigos para cenar y uno de ellos ha quedado antes con varios conocidos, de los cuales alguno padecía coronavirus, la posibilidad de contagio es alta. En otras palabras, aunque limites tu vida social el riesgo de padecer la enfermedad sigue existiendo. Por eso lo ideal es quedar durante todas las Navidades con el mismo grupo de personas, evitar aglomeraciones y reducir los eventos sociales como cenas al máximo.
En el caso de quedar para cenar o tomar algo, debéis utilizar la mascarilla siempre que no estéis comiendo o bebiendo, y tener cubiertos y platos individuales. Además, lo ideal es escoger negocios hosteleros con terraza ya que la ventilación reduce las posibilidades de contagiarse.
Cómo pasar de las cenas navideñas en 10 pasos
Si tus amigos están organizando una cena navideña pero te da mucho apuro ir, sigue estas recomendaciones para afrontar la presión social:
- No te inventes excusas tontas. Mejor ser sincero, que tener que dar explicaciones a posteriori y quedar mal por haber mentido.
- Habla con seguridad. Si no quieres ir a la cena, dilo claramente. Evita frases como “a lo mejor me paso”, “no estoy seguro” o “igual cambio de opinión”, porque darás un mensaje contradictorio a tus amigos.
- Ten claros tus argumentos antes de soltar la noticia. Puedes apuntarte una lista de razones para no ir a la cena, y si tus amigos insisten, justificarte de forma razonable.
- Sé asertivo, no agresivo. Aunque te parezca una imprudencia celebrar cenas, tus amigos son mayores para actuar según su criterio. Explica tu punto de vista, pero de forma amable y sin juzgar o faltar al respeto de los demás.
- Sé empático, no simpático. En la otra cara de la moneda, debes ponerte en el lugar de los demás sin desatender tus propias necesidades. Una cosa es intentar causar buena impresión, y otra ceder a lo que te piden sintiéndote mal contigo mismo.
- Técnica del sándwich. Este truco consiste en decir algo positivo, tu negativa a quedar, y otra cosa buena. Por ejemplo, “Tengo muchísimas ganas de veros, pero este año prefiero evitar juntarme con gente fuera de mi familia. Espero que lo paséis súper bien y pronto podamos vernos, os quiero”.
- Pide ayuda a un amigo. Antes de escribir en el grupo de WhatsApp, puedes hablar con algún amigo de confianza y contarle tus inquietudes. Así tendrás un aliado que te apoyará grupalmente.
- No pidas perdón. ¿Por qué tienes que disculparte por ser prudente? Lo que estás haciendo no es una falta de respeto hacia tus amigos y tampoco eres un exagerado, así que deja de decir que lo sientes.
- Aserción negativa del ataque. Se trata de una técnica basada en revelar el miedo a molestar, antes de decir algo. Por ejemplo, “Chicos, me da miedo que os parezca mal y os enfadéis, pero es mejor que no vaya a la cena”.
- Deja las inseguridades de lado. Tus amigos no van a volverse una piña cerrada y a excluirte porque queden sin ti para cenar. Da rabia perderte la ocasión, pero habrá más oportunidades sin que el coronavirus esté en el aire.