Pedro Sánchez decretó el estado de alarma el pasado 14 de marzo. Casi 10 días de encierro para la mayoría de españoles, algo más para otros que ya teletrabajaban o tuvieron que quedarse con sus niños en casa previamente. Un confinamiento que a los 15 días iniciales, el Ejecutivo tiene previsto añadir otros 15 tras solicitar permiso al Congreso.
Un encierro que nos afecta y para el que debemos seguir las pautas y consejos que nos ofrecen los expertos, pero que pasados ya unos días puede estar dejando huella en nuestro ánimo y comportamiento. La psicóloga Mónica Martínez Menéndez, nos ayuda a identificar estos primeros síntomas y cómo atajarlos.
“Los síntomas típicos de la ansiedad o la depresión suelen ser los más comunes. La abulia (falta de energía o voluntad para hacer algo, sensación de desgana), apatía, rumiación (pensamientos recurrentes), problemas de sueño, agitación, e incluso síntomas físicos como taquicardia, falta de aire o sudoración, dependiendo del nivel de ansiedad experimentando. Por lo general, cualquier conducta de consumo exagerada (de comida, alcohol, tabaco...) sera indicador de que el encierro nos está afectando"
“Es inevitable que nos afecte, pero algo primordial es poder expresar. Toda emoción cuando se produce tiene una determinada energía o “fuerza movilizadora” que debe ser expresada para que dicha emoción no se “enquiste”. Expresando estamos previniendo posibles problemas futuros como ataques de ansiedad o síntomas psicosomáticos como úlceras, eccemas...
Otra forma es poniendo en marcha conductas evitadoras “más sanas” cuando sintamos malestar emocional: Hacer deporte, pintar mándalas, hacer puzzles... en general cualquier actividad lo suficientemente demandante como para centrar nuestra atención en ella y apartarla de la sensación desagradable previa”. A pesar de no ser 100% sanas, pueden ayudarnos a evitar el dolor emocional."
"Es importante que contemos con fuentes de apoyo aunque no puedan estar presentes físicamente. Si en alguna ocasión te encuentras desbordado, llama, escribe a algún amigo o familiar. Es importante sentirse acompañado en esos momentos. De igual forma, organizaciones como el Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid está poniendo a disposición del que lo necesite asistencia psicológica telefónica."
"Es importante que, teniendo ellos menos capacidad de regulación emocional, nosotros seamos reguladores externos. Los niños imitan y aprenden por imitación, de manera que si me ven tranquilo, ellos lo estarán, si me ven ansiosos, también lo estarán ellos. Debemos ser capaces de transmitirles sensación de seguridad y calma ante todo. Por otro lado, es importante que cuenten con rutinas fijas, que no vayan al colegio no implica que siempre sea fin de semana. Para ello será importante hacer un horario de lunes a viernes y otro de fin de semana. Separar espacios, proponer objetivos y ser partícipes de ello. Los niños hacen lo que ven, no lo que digamos que hagan."
Cada grupo de edad sufre problemas diferentes. Los niños tienen menor capacidad de razonamiento, de previsión o de regulación emocional, por lo que poder aceptar un encierro sin fecha de fin, sin comprender al cien por cien los motivos pueden verse más afectados en este sentido.
Los adolescentes por otro lado están en una edad en la que se demanda mayor nivel de intimidad. Los mayores por otro lado, formando parte de la población de riesgo, pueden experimentar mayor sensación de vulnerabilidad que otros grupos de edades, y el miedo que esto conlleva.