A pesar de la buena marcha de la campaña de vacunación en España y del alto porcentaje de población vacunada (74,6% con la pauta completa) se calcula que hay casi siete millones de vacunas almacenadas por las distintas administraciones autonómicas, la mayoría de ellas próximas a caducar. Y es que, aun manteniendo los compuestos en sus condiciones adecuadas de refrigeración, no pueden aguantar más de seis meses.
Muchos países del mundo se están enfrentando al problema de la caducidad de muchas de sus dosis, llegándose al punto de desechar miles de ellas. La ONG Médicos sin Fronteras ha denunciado que en el primer mundo se están comenzando a desechar dosis, mientras en los países del tercer mundo están llegando con cuentagotas para inmunizar a su población. Hace pocos semanas, Estados Unidos, que se está enfrentando a la reticencia de gran parte de su población para vacunarse, anunció que había tirado a la basura alrededor de 15 millones de dosis que sobrepasaron la fecha de caducidad.
Seis meses suele ser el tope de casi todos los compuestos contra el covid19 pero, además, cada vacuna requiere de unas instrucciones para su almacenamiento. La vacuna de Astrazeneca, por ejemplo, tiene una vida útil de hasta seis meses mientras permanezca cerrada. Una vez abierta, debe utilizarse dentro de las seis horas siguientes.
En el caso de Pfizer el almacenamiento conlleva muchos más problemas, como le ocurre a todas las basadas en la tecnología del ARN mensajero. Las dosis requieren estar almacenadas a una temperatura de -70 grados centígrados. Pueden almacenarse en congeladores de temperatura ultrabaja, donde su vida útil puede alcanzar hasta los seis meses. Pero no siempre pueden almacenarse así y, por ejemplo, si llegan en los expedidores térmicos de Pfizer, unidades de almacenamiento temporal, pueden almacenarse hasta un máximo de 30 días. Por otro lado, las unidades de refrigeración de los hospitales (con entre dos y ocho grados) pueden mantener un vial de Pfizer como máximo durante cinco días.
Moderna apunta en su web que su vacuna se puede almacenar hasta seis meses a -20 grados centígrados. Una vez descongelada, la vacuna puede llegar a aguantar hasta 30 días en las condiciones habituales de refrigeración con la que cuentan los hospitales.
En la ficha técnica de la vacuna monodosis de Janssen contra la covid19 especifica que el compuesto puede perdurar 2 años cuando se conserva entre -25 °C y -15 °C. Una vez extraída del congelador, la vacuna sin abrir se puede conservar refrigerada entre 2 °C y 8 °C, protegida de la luz, durante un período de hasta 3 meses.