Alternativas al turismo de sol y playa: el miedo al coronavirus dispara el turismo rural
El turismo rural garantiza mejor el distanciamiento social
La pandemia de coronavirus ha sumido al sector turístico español en el más absoluto desconcierto. Los ciudadanos después de un largo confinamiento se preguntan primero si podrán tener vacaciones y, segundo, si habrá destinos seguros para no contagiarse. Los que puedan permitirse el lujo de unos días de verdadero descanso y desconectar se van a encontrar playas cerradas o con aforo limitado y vuelos internacionales prohibidos o disparados de precios. Por eso, muchos empiezan a mirar hacia el turismo rural o turismo verde donde la distancia social está garantizada y los precios pueden ser mucho más asequibles.
Asociaciones profesionales del sector y grupos conservacionistas han iniciado campañas para recordar a los consumidores que el este tipo de turismo es la mejor alternativa al de sol y playa. SEO/BirdLife, por ejemplo destaca su potencial para la creación de empleo y la superación de la crisis económica derivada de la pandemia del coronavirus. Los expertos señalan también que permitirá protegerse frente a la enfermedad pero recuperando la libertad que supone disfrutar de una casa en plena naturaleza y con servicios exclusivos para los ocupantes de la vivienda: piscina, barbacoa o espacio natural de paseo.
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Turismo ha confeccionado una guía para trabajadores y usuarios
Para recuperar el sector turístico español muy dañado por la pandemia y el confinamiento, el Gobierno ha elaborado a través de la Secretaría de Estado de Turismo una serie de guías para profesionales y usuarios. Respecto al turismo rural, el Ejecutivo recuerda la necesidad de revisar los programas de limpieza de todos los espacios para asegurar la desinfección de superficies y evitar la contaminación cruzada entre estancias. También hace hincapié en el uso de material desechable en las dependencias destinadas al aseo y al uso de guantes y mascarillas de un solo uso para el personal.
El turismo rural parte en esta desescalada desde muy abajo. La pandemia y el confinamiento han hundido las reservas y muchos propietarios temen no llegar a la recuperación. Para evitar esta situación, portales especializados en este tipo de viajeros han lanzado propuestas como la que se engloba bajo la etiqueta de #SolidaridadRural para que el sector recupere y canalice la demanda de los españoles.
Los expertos también temen que la recuperación de este tipo de turismo se desborde al ser imposible acudir a playas y otros espacios naturales por lo que piden a los consumidores respetar las normas de higiene y distancia social.
Preocupación por la población mayor en los pueblos
Jesús Marco, presidente de la Federación Aragonesa de Turismo Rural (FARATUR),recuerda que "es cierto que en el medio rural podemos cumplir con la cantidad de espacio entre personas, estamos en la España vaciada, pero a la vez la fragilidad del medio rural también es muy importante que la valoremos, hay gente muy mayor, la sanidad va acorde con la cantidad de población que vive habitualmente".
Marco no está solo en este análisis de que "la gente no apostará por el turismo masificado de playa y querrá más turismo rural", Asunción Ruiz, directora ejecutiva de SEO/BirdLife, señala también en este sentido que esta crisis nos obliga a replantear también los modelos de turismo para actuar antes las múltiples crisis ambientales actuales, una labor que compete a consumidores, profesionales y administraciones, porque "sólo un modelo de turismo sostenible que respete profundamente la naturaleza y la cultura será el que permita minimizar el impacto de las acciones humanas y proteger el destino".
Para los dirigentes políticos esta también sería una buena forma de recuperar la actividad económica. El presidente de Aragón, Javier Lambán, ha solicitado que se pueda activar el turismo rural "antes que ningún otro" y ha considerado que, ahora que las familias pueden moverse sin restricciones de ocupación en sus propios vehículos, "no pasa nada porque se desplacen a una casa de turismo rural".
Pero también las provincias en las que el turismo de sol y playa ha sido casi exclusivo empiezan a mirar también hacia las joyas de su interior. En Málaga, por ejemplo, su Diputación ha desarrollado una aplicación que espera esté en funcionamiento en breve y a través de la que se gestionará excursiones al Caminito del Rey. Ya el año pasado, cerca de 1,2 millones de turistas visitaron el interior de la provincia, con un aumento de visitantes y gasto medio.