Nacional, rural y sin turistas extranjeros: el verano poscoronavirus
Las masificaciones se han acabado y mantener la distancia de seguridad es fundamental para que no haya un repunte en los contagios
Este verano no veremos playas en las que no cabe un alfiler. Tampoco será momento para hacer un gran viaje a Nueva York o un crucero por los fiordos noruegos. Los alemanes no abarrotarán los chiringuitos de Mallorca. El verano poscoronavirus tiene sus propias normas y, poco a poco, vamos conociendo cómo podremos irnos de vacaciones, si la pandemia se mantiene bajo control.
Hace unas semanas, le preguntaron al Presidente del Gobierno Pedro Sánchez si los españoles podrían irse de vacaciones este verano. “Ojalá”, fue su respuesta. Lo que parece claro es que la tendencia vacacional dominante hasta ahora sufrirá un cambio radical. El veraneo poscoronavirus será nacional, rural y parece que sin turistas extranjeros. Y, quizá, también sea el momento de apostar por modelos más sostenibles, que nos permitan disfrutar y, a la vez, proteger el medioambiente.
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Los destinos más visitados por los turistas el año pasado fueron Madrid (con casi 10 millones de viajeros), Barcelona (8,5 millones), Sevilla (2,7 millones), Palma (2,3 millones) y Benidorm (2,1 millones). Pero las masificaciones se han acabado, al menos de momento: la distancia de seguridad es fundamental para mantener el virus a raya, lo que puede hacer que los viajeros opten por otros destinos menos concurridos donde la mayoría de las actividades sean al aire libre.
Turismo nacional y sin visitantes extranjeros
Alemania es el segundo país que más turistas extranjeros aporta a España (el primero es Reino Unido), con más de 11 millones de visitantes en 2019. Pero este verano el panorama será totalmente opuesto: no habrá alemanes. El país germano ya ha comunicado a sus ciudadanos que, si quieren viajar este verano, tendrá que ser dentro de sus fronteras. “Los grandes viajes al exterior no serán posibles. Todo apunta a un programa de vacaciones en el interior”, explicó hace unos días el responsable de Turismo del ministerio de Industria alemán, Thomas Bareiss. Además, tendrán que extremar las precauciones para evitar nuevos contagios.
Es probable que Alemania no sea el único país que fomente los viajes nacionales. Una de las principales causas que se achacan a la expansión mundial de la pandemia fue el turismo, por lo que los países podrían optar por restringir el movimiento más allá de sus fronteras. En ese caso, el modelo cambiaría de forma radical: hasta ahora dominaba un turismo a gran escala, masificado en muchos casos y donde los grandes viajes estaban a la orden del día, sobre todo debido a los vuelos y opciones low-cost, que los ponen al alcance de casi todos los bolsillos. Este turismo ha recibido enormes críticas porque es muy contaminante y dañino para el medioambiente.
Los expertos auguran que, de permitirse las vacaciones este año, estas serán dentro del territorio español. Además, parece que el transporte preferente será el vehículo privado, más seguro de cara a evitar los contagios.
Turismo rural
Dentro de un panorama donde las limitaciones de aforo va a estar a la orden del día y mantener la distancia de seguridad será obligatorio, elegir como destino de vacaciones grandes ciudades donde muchas de las actividades principales son en espacios cerrados (espectáculos, museos,...) puede que no sea la opción más elegida por los turistas. Según un análisis realizado por la consultora DNA, el turismo rural y el de naturaleza serán los primeros en recuperarse de la crisis del COVID-19 porque prestan “sus servicios en un espacio abierto y natural acorde con los nuevos comportamientos y actitud de la demanda turística, donde primará la sensación de soledad, seguridad, contacto con la naturaleza y la no masificación”. A este modelo le seguiría el de sol y playa y el relacionado con el bienestar y la salud “siempre que se tomen medidas tendentes a garantizar la sensación de salubridad”.
Sostenible
La contaminación sobre las grandes ciudades ha disminuido mucho durante la crisis del coronavirus debido al frenazo económico. Las aerolíneas, protagonistas de los viajes veraniegos y uno de los sectores más criticados por sus emisiones de carbono, aún no tienen fecha de vuelta a la normalidad. En los próximos meses no se permitirán las masificaciones en las playas, por lo que el litoral y los entornos naturales se verán menos afectados por la presencia de los seres humanos. El coronavirus ha provocado un cambio forzoso hacia un modelo turístico más sostenible, pero la pregunta es: ¿conseguirá mantenerse cuando se supere la pandemia?