Si van a salir de casa hoy, ya sea para ir a trabajar, al supermercado o a pasear a los niños, no olviden la mascarilla. Desde hoy es obligatorio su uso, siempre que no se puedan respetar los dos metros de distancia de seguridad. Los mayores de seis años deberán llevarla también. Incumplir la norma podría suponer 600 euros de multa. Para hacer deporte no es necesario.
Desde esta media noche la mascarilla ya es obligatoria para adultos y niños mayores de seis años. Se deben llevar en espacios públicos, abiertos o cerrados, siempre que no se pueda mantener una distancia de seguridad de dos metros. Y dada la concurrencia de calles y parques, lo recomendable es llevarla siempre, aunque sea en el bolsillo, como dijo ayer el director del centro de alertas sanitarias, Fernando Simón.
“Es un complemento más, igual que llevamos la cartera pues ahora llevamos la mascarilla”, dice un hombre que trata de darle normalidad a su uso ante la pandemia de coronavirus.
Están exentos de llevar la mascarilla quienes no puedan por problemas psicológicos o enfermedades respiratorias. Para todos, pero para ellos más, a veces, es muy agobiante.
Tampoco es obligatoria para quienes estén bebiendo o comiendo. Ni para aquellos que estén haciendo deporte. En ese caso la distancia de seguridad queda en manos del sentido común. Una excepción que llama la atención teniendo en cuenta que, el doctor Simón dijo hace días, cuando se permitió salir a hacer deporte, que el distanciamiento social era más importante aún cuando se hacía deporte porque las respiraciones son más fuertes debido al esfuerzo físico.
Las mascarillas son desde hoy un nuevo gasto obligatorio que para algunos pueden suponer un problema. “Mascarilla diaria para tres personas que somos en la familia pues la verdad es que vale un dinero”, confiesa un hombre.
Las quirúrgicas son las más baratas. Su precio está regulado y no puede superar los 96 céntimos. En algunas grandes superficies el precio es algo menor, aunque si las comparamos con las que se venden en las farmacias parecen de una calidad inferior.
Una familia de cuatro miembros que usa mascarillas quirúrgicas puede gastar de media al mes 115 euros. Un coste elevado para muchas familias. Para solucionarlo algunos ayuntamientos han comenzado a repartirlas gratis.
tipos de mascarillasLas mascarillas higiénicas son las que deben llevar las personas sanas. Son las que suelen utilizar determinados trabajadores, nunca los sanitarios. Algunas son reutilizables. Se debe seguir siempre las recomendaciones del fabricante.
Las mascarillas quirúrgicas son las verdes o azules. Esas que hemos visto siempre usar a los médicos. Si son de ámbito sanitario y se recomienda su uso para personas enfermas, con síntomas o positivos asintomáticos. Si por ejemplo, tenemos un familiar con el coronavirus confirmado sería recomendable usar una mascarilla quirúrgica aunque nos encontremos bien.
Por último están las mascarillas FFP1, FFP2 y FFP3. Estas son las que más protegen y evidentemente si son un sistema de protección para los sanitarios. El filtro que llevan impiden que el virus entre a quien la lleva pero no sirve para evitar que un contagiado no transmita el virus.
Se compran en la farmacia o establecimientos especializados. Se recomiendan para personas vulnerables bajo prescripción médica y para personas en contacto con enfermos de COVID-19.
La mascarilla debe cubrir nariz, boca y hasta la barbilla. Si no se lleva así, no sirve de nada. No se debe manipular cuando la tenemos puesta y mucho menos quitarla para comer, toser o estornudar.
Aunque Simón ha hablado de llevar una en el bolsillo por si es necesario ponérsela, los expertos recomiendan no guardarla ahí, ni en el bolso. Es mejor dejarla en una bolsa de plástico o sobre un papel si pensamos reutilizarla –si se puede-.