Brandon Fay tiene tan sólo 17 años y ha contraído la COVID-19. El adolescente ha compartido la aterradora experiencia que supone ser paciente de coronavirus y ha aprovechado para mandar un mensaje a todos los jóvenes.
Tal y como declaró a Dublin Live, empezó a presentar síntomas el 25 de marzo. Acudió un día más tarde al médico para hacerse una revisión. Tenía tos y le faltaba el aliento pero pensó que podría deberse a su asma y al polen que estaba presente en el aire aquellos días. "No podía comer, perdí el apetito, me costaba respirar y me faltaba mucho el aliento. No estaba en la UCI, así que no estaba conectado a maquinaria especial", explica.
Estuvo aislado durante tres días. Los tres siguientes pasó a estar acompañado por otros dos hombres que también tenían coronavirus. "Estaba extremadamente nervioso, me sentía aislado del mundo. Nadie podía visitarme o verme". Sin duda, esos días pasaron factura a Brandon, que no encontraba palabras para expresar lo que aquello supuso: "Me pasaban mil cosas por la cabeza. Pensé en la muerte y pensé que moriría solo, sin nadie a mi lado", se sinceró, añadiendo lo afortunado que se siente tras haberlo superado.
Pero el joven no solo ha explicado cómo se encontraba, también ha aprovechado para dedicar unas palabras de agradecimiento a todo el personal que le atendió en el Hospital Mater, a los que ha calificado como "fenomenales": "Me trataron como a un hijo y me consolaron cuando más lo necesitaba".
Pasados dos días, Brandon recibió el alta hospitalaria aunque debería continuar con el aislamiento en casa. Tras vivir esta experiencia sacó en claro que nadie está libre de contraer el virus y dedicó estas palabras a todos los jóvenes: "Pensaba que por ser adolescente era intocable... Todos aquellos que continuáis con vuestras actividades en grupos o vais a la playa, preguntaos: ¿merece la pena? ¿Merece la pena propagar el virus? Puede que tú lo superes, pero las personas a las que se lo contagies, tus padres, tus abuelos... ¿lo harán?".
Con este mensaje trata de concienciar a todos los jóvenes, compartiendo su experiencia intentando que entren en razón y piensen en lo que podría suceder si personas más mayores incluso de su propia familiar fueran contagiadas. Además, les anima a utilizar las redes sociales para hablar entre ellos: "Es el momento de Snapchat, Facebook, FaceTime, Whatspp y otras aplicaciones. No salgas y pongas en riesgo a tu familia. Si tengo 17 años y puedo contraer el virus, tú también eres vulnerable", concluye.