Si tu provincia está entre aquellas que pasarán el lunes a la fase 1, eso significa que, entre otras cosas, podrás recibir en casa las visitas de familiares y amigos. Eso sí, debes prestar atención a cómo preparar tu hogar para que esté libre de coronavirus y esas visitas no supongan ningún riesgo.
Desde Unicef han elaborado una guía de consejos de limpieza e higiene para mantener el coronavirus fuera de nuestras viviendas. Para ello, lo han dividido en cuatro bloques principales: higiene personal, limpieza del hogar, lavado de ropa y manipulación y preparación de los alimentos. Su objetivo es asegurar así la protección de las familias.
En cuanto a la higiene personal, destacamos algunas pautas ya conocidas: no tocarnos la cara, evitar tocarnos ojos, nariz y boca, cubrirnos la boca y la nariz con el codo o un pañuelo desechable al estornudar, o mantener la distancia mínima entre personas. Además del continuo lavado de manos con agua y jabón o con desinfectante.
Pero además de la higiene personal, existen otras medidas basadas en el mantenimiento de nuestros hogares para garantizar la seguridad de las posibles visitas que podamos tener. Partiendo de la base de limpiar y desinfectar las superficies con las que contactamos continuamente, hay otros consejos que debes conocer.
Será imprescindible limpiar y desinfectar todas las superficies de la casa con las que podamos tener contacto de manera frecuente: pomos de las puertas, interruptores de luz, mesas, sillas, superficies de la cocina, aparatos electrónicos...
En caso de que esté sucia, utilizaremos agua y jabón o detergente. Después, aplicaremos también desinfectante. También es posible hacerlo con lejía.
A la hora de desinfectar, no extenderemos el producto según lo aplicamos. Esperaremos unos minutos para que sean más efectivos. Además, atenderemos a las instrucciones de uso de cada producto que utilicemos.
Antes de centrarnos en cómo debemos lavar la ropa correctamente, añadimos otras recomendaciones que tienen que ver con nuestras prendas de vestir, como quitarnos los zapatos al entrar a casa o cambiarnos inmediatamente de ropa al llegar.
Pero, además, debemos prestar especial atención al lavado. Es necesario lavar con regularidad. El principal consejo es hacerlo con el agua a la mayor temperatura posible, ya que el calor ayuda a acabar con el virus. Además, dejaremos que se seque completamente, ya que esto también contribuye en su eliminación. Desinfectaremos el cesto en el que hayamos guardado la ropa sucia antes de ser lavada o incluso utilizaremos bolsas desechables para reservarla.
Aún no está probado que el virus se propague a través de los alimentos. No obstante, sí que puede hacerlo en determinadas superficies. El supermercado o la entrega a domicilio puede suponer que alguien contagiado deje rastro. Por ello, prestar atención a la hora de manipular los alimentos también será un factor fundamental.
Desecharemos todos los envases innecesarios nada más llegar a casa. Aquellos en los que sea imposible, deberán ser desinfectados. En caso de tratarse de alimentos que no cuenta con un envase, como pueden ser las frutas o las verduras, haremos un lavado con agua a fondo.
Además de todas estas indicaciones, hay aún más cosas que puedes hacer para hacer de tu hogar un lugar seguro. Deshacernos de todo aquello que no utilicemos y realmente no necesitemos, limpiar aquello que usemos nada más hacerlo o utilizar productos específicos para mejorar la organización, serán acciones que facilitarán el mantenimiento de la casa y, por consiguiente, su limpieza.