Las cifras en España registran más de 375 casos de contagio y ya son 8 las muertes relacionadas con el coronavirus. Solo en este viernes 6 de marzo se han conocido cinco víctimas mortales nuevas, lo que lo convierte en el peor día hasta la fecha en lo que a cifras se refiere.
Todas las muertes están relacionadas con ancianos, el colectivo más vulnerable. El patrón se repite en cada caso: tienen una edad avanzada y la mayoría presenta patologías previas.
En España, la primera víctima fue un hombre de 69 años en Valencia. Murió el 13 de febrero en el Arnau de Vilanova y dio positivo por coronavirus después de que, en aplicación del nuevo protocolo establecido por Sanidad el 27 de febrero, le realizasen una necropsia, determinando así, tras su muerte, que estaba contagiado.
El siguiente fallecimiento asociado al virus fue el de un varón de 82 años en Vizcaya. Tenía neumonía y distintas patologías previas.
Tras él, la siguiente víctima mortal fue una anciana de 99 años en Madrid. El caso disparó la preocupación porque residía en una residencia para mayores; la residencia La Paz, en la cual se confirmaron los peores presagios al anunciar que otros ocho ancianos del centro, así como una auxiliar de enfermería, habían dado también positivo en las pruebas. El coronavirus se había instalado ya en la residencia.
Un anciano de 87 años con patologías previas “importantes” iba a convertirse ya este 6 de marzo en la cuarta víctima. Y a él le iba a seguir otro varón de 76 años, un habitual en un centro de mayores de Valdemoro, localidad ahora sumida en la inquietud, la incertidumbre y la preocupación después de que se haya convertido en uno de los principales focos de trasmisión en la Comunidad de Madrid, con al menos 16 infectados. El centro de mayores era un constante trasiego de entradas y salidas, por lo que el temor se ha propagado casi con la misma velocidad en que lo hace el virus.
Las siguientes víctimas contabilizadas son un anciano de 91 años, fallecido en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid, otro de 83 en el Hospital Severo Ochoa de Leganés, y una anciana de 87 en Badalona que se convertía en la primera muerte relacionada con coronavirus en Cataluña. Todos ellos tenían patologías previas.
En la Comunidad de Madrid, la más castigada hasta el momento por el coronavirus, tanto en contagios, con más de 135, así como en víctimas mortales, con la mitad del total de fallecidos, se ha decidido el cierre de los centros de mayores por un plazo, prorrogable, de un mes. La medida afecta a 213 hogares y clubes, e incluye los servicios de convivencia familiar y social de titularidad privada. Ante la necesidad de contener el brote, y especialmente tratándose del colectivo más vulnerable, se considera un riesgo que los ancianos acudan a estos lugares, donde realizan actividades socioculturales.
Entre tanto, y por el momento, los centros de día y las residencias para mayores siguen funcionando, aunque se han reforzado los protocolos y algunas contemplan restringir las visitas, como sucede en la residencia de La Paz, vinculada al fallecimiento de la anciana de 99 años.
En el resto de España se han tomado medidas adicionales de higiene y algunos centros han aplicado distintas precauciones como tomar nota de todo aquel que entra al centro, recomendar menos contacto con el residente, evitando los besos, así como han pedido, en una cuestión de sentido común, que aquel que tenga síntomas de infección respiratoria, tos o fiebre, intente evitar la visita a estos lugares.
Con todo, la situación sigue siendo la misma un día más: España permanece en “fase de contención”, algo que no implica, –como ha precisado el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón–, “que no se vayan haciendo medidas extras para tratar de mantenernos en esta situación”.
Desde la llamada a respetar las pautas y recomendaciones de las autoridades sanitarias, el Ministerio de Sanidad sigue apostando por la prevención, la sensibilidad del sistema y la detección precoz de los casos como principal fórmula para atajar un virus que en otros países como Italia o Irán, –las dos más castigadas por el coronavirus tras China, epicentro del brote–, a cerrar colegios, institutos y universidades.
Entre tanto, el coronavirus ya ataca e infecta todo también en España: ha llegado a los niños; ha contagiado a los médicos, obligando a poner a centenares de sanitarios en cuarentena, especialmente en el País Vasco; ha contagiado a estudiantes y profesores; se ha colado en una residencia y en un centro de mayores; ha infectado la Bolsa; ha desplomado los mercados y ha hecho tambalear el sector turístico, con múltiples compañías aéreas limitando sus vuelos debido a la baja demanda; ha obligado a la celebración de eventos deportivos a puerta cerrada para prevenir el contagio; ha forzado a numerosas empresas a aplicar protocolos de prevención y aislamiento, mandando a los trabajadores a casa a teletrabajar en los casos en que siquiera eso es posible; ha instalado el miedo en municipios, como el de Haro, en La Rioja, el cual ha suspendido todo tipo de eventos públicos en locales cerrados para frenar un foco importante de coronavirus… En esencia, el Covid-19 ha alterado la vida y hasta las tradiciones de la gente. Ejemplo de ello es la forma en la que ahora se saludan los ministros, con los codos o inclinando el cuerpo en lugar de dándose la mano; así como la cancelación de los besapiés, los besamanos y otras formas de adoración en distintas manifestaciones religiosas cuando la Semana Santa se presenta a la vuelta de la esquina.
El impacto del coronavirus es insospechado todavía, y la pregunta que los expertos insisten en intentar descifrar es todavía la misma: ¿Hasta cuándo va a durar? La Organización Mundial de la Salud tampoco tiene respuestas, pero tras una reprimenda al afirmar que “algunos países no están haciendo el esfuerzo suficiente” para contener el virus, sostiene, en un mensaje de esperanza entre tanto pesimismo, que se está “cada vez más cerca” de poder tener vacunas y tratamientos contra el Covid-19. Científicos de todo el mundo trabajan contrarreloj para ello y ya hay 20 vacunas en desarrollo además de “muchos” ensayos clínicos con tratamientos. No obstante, todavía no hay ninguna fecha.
Atendiendo a las cifras a nivel global, el coronavirus ya ha rebasado los 100.000 contagiados, deja más de 3.300 muertas y ha infectado ya a al menos 95 países. La mayor parte de los casos representan a China, país que tras algo más de dos meses de lucha, y tras la aplicación de medidas extremas como la cuarentena a ciudades enteras, está logrando, sin embargo, que los casos remitan y surjan con un ritmo muy inferior.
En el resto del mundo, al contrario, los casos no dejan de elevarse y han llegado ya incluso al Vaticano. En Italia, segundo país con más muertes por coronavirus, este 6 de marzo también ha sido sumamente letal. A sus cifras se han sumado 49 nuevos muertos y ya rozan los 200 en total.
Con todo, las autoridades sanitarias recalcan que el índice de letalidad del Covid-19 se sitúa entre el 2 y el 3%, pero su avance, por el momento, sigue siendo imparable.