La segunda ola del coronavirus no ha provocado que la sanidad esté al borde del colapso, sino también de los servicios de atención psicológica. En el caso del Teléfono de la Esperanza, por ejemplo, entre el 14 de marzo y el 31 de septiembre ha registrado el doble de llamadas que el año pasado. De estas llamadas, 2.500 fueron realizadas por personas que o bien planeaban suicidarse próximamente, o bien estaban a punto de quitarse la vida.
Cada vez más personas necesitan ayuda profesional. No es de extrañar, ya que el confinamiento, la situación económica de muchos jóvenes, el aislamiento y la incertidumbre han afectado a nuestra salud mental.
Tal y como afirma ANPIR (Asociación Nacional de Psicólogos Internos Residentes), “ya disponemos de datos con suficiente evidencia científica sobre la repercusión del confinamiento”. Desde ansiedad hasta depresión, todos estamos sufriendo las secuelas psicológicas de la pandemia mundial.
Los grandes damnificados de la pandemia son los pacientes con coronavirus. Según un metaanálisis realizado en Estados Unidos sobre más de 62 mil casos, el 20% de las personas que padecen la enfermedad acaban desarrollando un trastorno mental, sobre todo:
Da igual que ni tú ni nadie cercano haya contraído la enfermedad, tu salud mental también puede haberse visto afectada.
El coronavirus se ha convertido en el principal tema de conversación. A diario leemos noticias y en los grupos de WhatsApp abundan los bulos. Es prácticamente imposible ignorar este aluvión de información (en muchos casos desinformación).
Y si durante un momento consigues evadirte, te topas de bruces con la realidad: no sabes cómo será tu futuro laboral, se descubren nuevas secuelas de la enfermedad, te sientes solo teletrabajando, sientes pánico al pensar que tus padres pueden enfermar, ves como tus amigos de Instagram ignoran las medidas sanitarias… En resumen, hay un clima de incertidumbre y crispación que no beneficia en absoluto a nuestra salud mental.
Algunos de los problemas de salud mental que está experimentando la población española son:
Da igual si has padecido el coronavirus o no. Si tu salud mental está en juego, debes pedir ayuda profesional. Pero, ¿cómo? Toma nota:
Tal vez piensas que dada la situación sanitaria, tu problema no es prioritario, pero sí lo es. ¿Si te hicieses un esguince irías a urgencias? ¿Si pillases la gripe llamarías al médico de cabecera? ¿Irías al dentista si una caries no te dejase comer? ¡Haz lo mismo con los problemas psicológicos y trata a tu salud mental como se merece!