Varios científicos de la Universidad de Aix-Marsella de Francia han decidido investigar a fondo el nuevo coronavirus. Durante su estudio, publicado en el portal especializado BioRxiv, han sacado la conclusión de que el nuevo coronavirus puede soportar temperaturas superiores a los 60 grados.
Para sacar en claro esta exposición, los expertos sometieron a varias cepas a esta temperatura durante más de una hora. Las células que infectaron pertenecían al riñón de un mono. Para contagiarlas utilizaron una cepa aislada de un caso positivo de Alemania.
Algunas cepas murieron por completo, pero otras aún podían reproducirse. Para acabar con estas últimas, los científicos tuvieron que seguir elevando la temperatura hasta alcanzar prácticamente el punto de ebullición. Tal y como apuntan en el estudio, "solo el protocolo de 92 grados Celsius, durante 15 minutos, fue capaz de desactivar totalmente el virus".
Las cepas fueron divididas en dos tubos de ensayo diferentes. Uno de ellos albergaba un ambiente limpio, mientras que el otro, con las proteínas animales, contenía un ambiente "sucio". El objetivo de esta división fue el siguiente. Tras someter ambos tubos a los 60 grados de calor, las cepas del primer tubo murieron en su totalidad. En cambio, las cepas del segundo resistieron a pesar de haber alcanzado esta temperatura. Esto implicaría la capacidad de estas cepas de seguir infectando. Fueron estas mismas a las que tuvieron que someter a los 92 grados para su eliminación.
Tras esta demostración han surgido nuevas recomendaciones, puesto que este descubrimiento deberá tenerse en cuenta de cara al futuro. En primer lugar, despierta la atención de los laboratorios. Los técnicos que trabajan realizando investigaciones relacionadas con el coronavirus deberán tener aún más cuidado, utilizando productos químicos que impidan su contagio.
Además, se han recomendado los lavados de ropa entre 60 y 90 grados, precisamente para eliminar los restos que puedan contener las prendas tras haber ido a trabajar o tras haber hecho una salida esencial. Esto se debe a que el virus tiene diferentes tiempos de permanencia dependiendo de la superficie en la que se encuentren. Los tejidos de la ropa son una de las áreas en las que más se retiene.
No obstante, y como cabe esperar, el coronavirus se encuentra en continua investigación por parte de científicos de todo el mundo y pronto podrían aportarse nuevos estudios que esclarecieran más las medidas de eliminación del virus.