El sector de la construcción, que emplea a 1,27 millones de trabajadores, reactiva hoy su actividad para la que contará con una guía de actuación y procedimientos a seguir pactada entre la patronal y los sindicatos. Lo que permanece por el momento paralizado son los trabajos de rehabilitación o reformas en edificios habitados por el riesgo de contagio del COVID-19
En la guía, acordada entre las federaciones de construcción de UGT y CC.OO y las patronales CNC y Seopan, se determina que las actividades del ramo se contemplan como trabajos de baja exposición al contagio.
No obstante, el documento, al que tuvo acceso Europa Press, incluye un amplio abanico de medidas de prevención de distinta índole, entre las que figura contar con termómetros a disposición de los trabajadores en las propias obras y la recomendación de no compartir herramientas o de no formar corrillos en los descansos.
En concreto, la guía incluye las recomendaciones generales dictadas por Sanidad, tanto las referidas a trabajadores con síntomas y vulnerables, como las relacionadas con el higiene del empleado y el lugar de trabajo, pero también detalla pautas específicas para las particularidades de las obras de construcción.
Así, indica que se deberá organizar la entrada a la obra y las zonas comunes, como vestuarios o comedores, por turnos para garantizar las distancias mínimas.
De igual forma, fija que el trabajo en los tajos se distribuya de forma que se garantice dichas distancias de seguridad y que se pida a los trabajadores que se cuiden de guardarlas. En caso de no ser posible, deberán utilizar los equipos de protección individual (mascarillas).
Asimismo, los empleados deberán llevar siempre "guantes apropiados al oficio" y, "en ningún caso, compartir equipos de trabajo como arneses o protectores auditivos u oculares".
Además, la guía pide también "evitar compartir las herramientas de mano, los móviles, los vehículos u otros equipos" y que, en caso de que sea necesario hacerlo, "se realice la oportuna limpieza en sus asideros o zonas de contacto más habituales antes de cambiar de usuario".
En este sentido, se llama a evitar las "aglomeraciones o agruparse formando corrillos en los descansos". Para ello, se recomienda trabajar en horario continuado estableciendo los correspondientes turnos.
De igual forma, se reducirán al máximo los viajes y las visitas a las obras, así como "las reuniones o actividades grupales que supongan contacto entre personas, salvo las estrictamente necesarias y guardando las distancias de seguridad". También se establecerán horarios y zonas concretas para recibir materiales y mercancías.
Por el contrario, Sanidad ha decidido mantener en suspenso las obras en edificios habitados por el riesgo de contagio del Covid-19 que suponen, aunque permitirá trabajos puntuales para reparaciones urgentes de instalaciones y averías, así como aquellas obras que eviten el contacto con los trabajadores.
Sin embargo, no podrán retomarse hoy las obras que supongan la intervención en edificios ya existentes, en los que los trabajadores de la obra deban compartir determinados espacios comunes con residentes u otros usuarios, según una orden del Ministerio de Sanidad publicada el domingo en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Así, no se puede retomar obra alguna que suponga la intervención en un edificio ya existente, independientemente de su alcance, así como la circulación de sus trabajadores o materiales, que no sea posible independizar por completo de los espacios en los que se encuentren, temporal o permanentemente, otras personas.
No obstante, quedarán al margen de esta restricción las obras en las que no se produzca dicha interferencia y las que puedan ser sectorizadas o separadas dentro del inmueble, así como a aquellas que tengan por finalidad realizar reparaciones urgentes de instalaciones, averías o tareas de vigilancia en el propio inmueble.
La suspensión regirá mientras dure el periodo de alarma, salvo que otra orden señale lo contrario.
Según datos de Seopan, la construcción es el sector productivo que genera la mayor actividad económica inducida de la economía española, dado que aporta el 10 % PIB, una producción que el pasado año ascendió a 124.049 millones de euros. La obra pública representa el 12 % de este negocio total, y las privadas, el 78 % restante.