El uso del aire acondicionado incrementa los problemas de garganta, según avisa la Junta Directiva de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC).
Según explican, el aire frío expulsado por estos aparatos provoca una serie de alteraciones en los sistemas de defensa naturales que hay en la nariz y garganta que provoca que los cilios pierdan movilidad y, por tanto, la circulación normal de la mucosa se vuelva más lenta o, incluso, cese, lo que puede dar lugar también a la aparición de sinusitis y otitis.
Además, al activar el aire condicionado se genera un ambiente seco que también aumenta el daño de estos mecanismos de defensa. La faringitis, causante del 36 por ciento del consumo de antibióticos en España, según datos de la SEORL, es una de las causas más frecuentes de consulta médica, incluso en verano.
Los principales síntomas son la sequedad, molestias faríngeas, sensación de quemazón, así como carraspeo y exudado que desencadena una tos pertinaz. Como la mayor parte de los casos suelen ser virales, se indicará reposo relativo con antiinflamatorios y, si hay sospecha de origen bacteriano se usará además antibiótico.
En este sentido, las medidas recomendadas por los otorrinolaringólogos para prevenir problemas de garganta durante el verano pasan por evitar el uso prolongado del aire acondicionado y los cambios bruscos de temperatura.
Los expertos destacan la necesidad de llevar a cabo una adecuada y constante hidratación para hacer frente a la sequedad del ambiente y, si es posible, usar humidificadores. Además, subrayan la importancia de seguir una dieta equilibrada y medidas higiénicas habituales como, por ejemplo, el lavado de manos.