El confinamiento y esterilizarlo todo no afecta a nuestro sistema inmune
El doctor Pleguezuelo, del hospital 12 de octubre, explica las claves del sistema inmune en Informativos Telecinco
"No es homogéneo, sería más lógico decir que existen diferentes enfermedades COVID-19"
Durante los últimos días se ha viralizado la teoría de un médico estadounidense que trata de desmontar las ventajas del confinamiento. El doctor Erikson, de California, utiliza el ejemplo de España y su vídeo ha superado ya el millón de visitas en Internet.
"Nuestro sistema inmunitario está acostumbrado a tocar. Cuando se deja de hacer, el sistema inmunitario baja. Si nos confinamos y salimos luego a la calle con un sistema bajo y empezamos a intercambiar virus, las enfermedades repuntarán. Debemos volver ya al trabajo para que desarrollemos inmunidad de grupo, la habilidad de detener al coronavirus", comenta en el documento.
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Ante las dudas sobre cómo el confinamiento puede afectar a nuestro sistema inmunológico y cómo es la inmunidad -grupal- en España en relación al coronavirus, el doctor Daniel E. Pleguezuelo, médico especialista en Inmunología explica las dudas del asunto en Informativos Telecinco.
1 - ¿Qué nos debe preocupar de la 'nueva normalidad' con respecto a nuestro sistema inmunológico? ¿El salir después de tanto tiempo puede perjudicar a nuestra salud y que seamos más proclives al contagio?
"Las medidas de desconfinamiento como salir a la calle después de mes y medio de encierro en los domicilios no deben acarrear ningún problema para nuestro sistema inmune porque no hemos permanecido en situación de esterilidad. Por ejemplo, no puede asemejarse de ninguna forma a los periodos en órbita de los astronautas. A pesar de que no hemos tenido tanto contacto con otras personas, nuestro sistema inmune sí ha seguido teniendo estímulos y debe ser tan capaz al menos como antes del confinamiento", explica el doctor Pleguezuelo.
"La probabilidad de contagio no tiene que ver con el buen hacer de la respuesta inmune. Una persona puede contagiarse si entra en contacto con el SARS-CoV-2, que puede ser transmitido por otra persona portadora o por objetos sobre los que se ha depositado el virus. Una vez ocurre el contagio, el desarrollo de la enfermedad COVID-19, sí depende de la capacidad de la respuesta inmune para limitar el desarrollo de la infección", añade.
2 - ¿Qué puede perjudicar a nuestro sistema inmunológico sin que nos demos cuenta? ¿Qué riesgos conlleva esto respecto al coronavirus?
"Para disponer de un sistema inmune bien entrenado no es preciso hacer cosas muy diferentes a las que hacemos. Es primordial realizar actividad física y mantener una dieta equilibrada y sin carencias de nutrientes, alejando cualquier excesos o abusos, tanto de determinados alimentos como de bebidas o sustancias como alcohol, tabaco o drogas", señala el doctor.
"Aún no tenemos información suficiente para afirmar con certidumbre si hay algunas situaciones que podrían predisponernos a padecer la infección de forma asintomática o como una enfermedad leve, moderada o severa. Aunque en niños predominan las formas asintomáticas y en ancianos las más severas, hemos visto pacientes de cualquier edad con desarrollo de formas de la enfermedad muy severas. La mejor estrategia es prevenir la infección con todos los medios a nuestro alcance", destaca el experto de Doctoralia.
3 - ¿Es cierto que una persona se puede reinfectar de coronavirus pese a que ya lo haya pasado? Se habla de casos positivos, que dieron negativo y luego positivo ¿Podría hablarse de reinfección? ¿O se habla de reactivación de la infección?
"Esta infección es nueva y no disponemos de los datos necesarios para aclarar si una persona que ya ha superado la infección podría infectarse a posteriori por este mismo virus. Lo sensato es pensar que la respuesta inmune funciona como ante cualquier otra infección viral y que la exposición al nuevo coronavirus entrene al sistema inmune de tal forma que sucesivos contactos con este virus no lleguen a traducirse en una infección", afirma el médico del hospital 12 de octubre.
"Es el mecanismo que activamos con la vacunación y gracias al cual se han podido erradicar muchas infecciones por virus en las últimas décadas. Lo más probable en el caso de una segunda supuesta reinfección es que la primera vez que la persona tuviera síntomas, no fuera una verdadera infección por este coronavirus", añade Pleguezuelo al respecto.
"La reactivación, en este tipo concreto de virus basado en ARN, supone que la persona no ha dejado de tener la infección en ningún momento, pero nuestros métodos de detección, que son limitados porque dependen de la zona donde se tome la muestra, no han sido capaces de advertirnos de la presencia continuada del virus. Más que reactivación sería una nueva fase de la misma batalla que libra el sistema inmune contra el coronavirus. Es diferente a otros virus cuya información genética se guarda en forma de ADN, como nuestros genes. En el caso del nuevo coronavirus su material genético no puede quedarse durmiente en el interior de nuestras células al no ser de ADN ni poder convertirse en ADN", comenta.
4 - ¿Se estima ya cuanto pueden durar los anticuerpos? Se hablaba de meses…
"Estamos en una fase muy incipiente del conocimiento de esta enfermedad y los medios técnicos de los que disponemos no son aun los que desearíamos. Los tests de anticuerpos aún no son tan buenos como para dar por sanos a un porcentaje muy pequeño de los enfermos y por enfermos a un porcentaje muy pequeño de individuos sanos. La duración de los anticuerpos depende del tipo de célula del sistema inmune que los produce y de su capacidad de supervivencia a largo plazo", asegura el doctor.
"Existen células que son capaces de asentarse y producir anticuerpos durante años sin un nuevo contacto con el virus (se llaman células plasmáticas) y otras que actúan a modo de policías que patrullan todos los órganos de nuestro cuerpo y que sólo producen anticuerpos durante un tiempo tras el contacto con el virus (se llaman células B o linfocitos B de memoria). De esta forma es tan importante disponer de anticuerpos detectables en sangre que ataquen de forma inmediata al virus si intenta entrar nuevamente en nuestro medio interno, como de células que fabriquen de forma rápida grandes cantidades de anticuerpos específicos ante un nuevo contacto", apostilla.
5 - Si muta el virus, ¿Puede ser peor una reinfección? (teniendo en cuenta otros coronavirus o este nuevo en concreto)
"El sistema inmune dispone de una amplia diversidad de células que reconocen virtualmente todas las posibles combinaciones de virus u otros microorganismos que pudieran existir. Las vacunas y las infecciones que pasamos van moldeando cómo se comporta nuestro sistema inmune frente a nuevos contactos con esos gérmenes, de tal forma que es capaz de responder de forma rápida y eficaz ante sucesivos contactos, propiedad que llamamos memoria inmunológica", explica Pleguezuelo.
"En el caso de una mutación del virus, si resulta extremadamente diferente a la versión anterior, es posible que nuestras células, ya entrenadas en combatir la forma conocida, no guarden memoria y sea necesario generar nuevas, tomando este proceso un tiempo en torno a 2-3 semanas. Por otro lado, las mutaciones del virus no tienen por qué otorgarle una mayor contagiosidad o virulencia, sino también, al contrario", aclara.
6 - ¿Podría desaparecer el coronavirus después de contagiarse todo el mundo?
"Sí, de hecho, otros virus ya han desaparecido o están prácticamente erradicados gracias a la vacunación o la inmunidad de grupo", asegura el experto.
7 - ¿Por qué continúan los contagios si la gente no sale y el virus no dura más de 9 días en las superficies? ¿Cómo se explica?
"La respuesta tiene que ver con dos factores. Uno, el confinamiento no ha sido completo. Muchos trabajadores han continuado acudiendo a sus puestos de trabajo y podrían estar contagiados con una forma asintomática o muy leve de la enfermedad. Dos, el hecho de que haya personas infectadas asintomáticas deambulando por nuestras calles hacía necesario que se realizaran tests para detección del virus y aislamiento precoz. Estos tests no se han llevado a cabo en la magnitud necesaria en España", precisa.
8 - ¿Qué valoración hace de la inmunidad colectiva en España? ¿Está lejos de alcanzar? ¿Va a ser insuficiente la barrera inmunológica debido al fuerte confinamiento? Esto podría ser un problema.
"Aún desconocemos el grado de contagio de la población, pero probablemente sea mayor al que inicialmente se pensaba. Una de las razones que lo explicarían se debe a que el virus quizás estuviera circulando en nuestro país con anterioridad a la erupción del brote en Italia y al inicio de las medidas de protección. Con tests, aislamiento precoz y uso de medidas de protección para no contagiar a los demás, el brote debe controlarse hasta que dispongamos de una vacuna con la que aumentar el número de personas con inmunidad en España", destaca Pleguezuelo.
9 - ¿Es cierto que puede aparecer linfopenia a causa del COVID-19? Se dice que aparece en un 80% de los pacientes, ¿Qué es? ¿A qué afecta?
"Linfopenia corresponde a una situación clínica en la que un paciente presenta cifras bajas en sangre de un tipo de célula del sistema inmune, los linfocitos. Estos linfocitos son las células de la inmunidad que habitualmente se entrenan con las nuevas infecciones o las vacunaciones, y los hay de diferente tipo. Unos se dedican a dirigir la respuesta inmune, mientras que otros son los que producen los anticuerpos o son capaces de atacar a las células infectadas", comenta al respecto.
"Sabemos que los pacientes con mayor grado de linfopenia son los más graves y los que podrían tener comprometida una respuesta inmune eficaz. En esta situación el sistema inmune intenta defenderse con los mecanismos que activó al inicio de la infección. Si este escenario se prolongara durante largo tiempo ocurriría una nueva fase de la enfermedad, la llamada fase inflamatoria, en la que el daño al organismo no es ejercido por la propia infección sino por una respuesta inmune descontrolada e ineficiente. Probablemente el número de personas que han desarrollado linfopenia durante la infección es muy inferior al descrito porque sólo hemos estudiado a los pacientes que han acudido a los hospitales, es decir, los casos más severos", destaca.
10 - Se dice que no solo es importante la producción de anticuerpos neutralizantes, sino también de inmunidad celular de tipo Th1, ¿Cómo se pueden generar?
"El sistema inmune es una compleja red formada por la interacción tanto de células profesionales de la defensa como de células infectadas o que muestran señales de estrés celular. La respuesta inmune basada en linfocitos puede, por un lado, fabricar anticuerpos frente al virus y por otro, entrenar a linfocitos para la eliminación directa de las células infectadas con un grado de precisión muy alto", señala.
"Th1 hace referencia a que el tipo de respuesta inmune predominante es aquella que va a entrenar a linfocitos en esta última tarea, y que gracias a la producción de sustancias que resultan tóxicas para las células infectadas o que activan mecanismos de muerte celular programada, están dirigidas a controlar la infección", añade.
11 - ¿Las infusiones de plasma de convalecientes -transfusiones- podrían utilizarse como estrategia de tratamiento?
"Las personas que han superado la infección deben tener en su sangre aún grandes concentraciones de anticuerpos específicos frente al virus. Los llamados preparados de plasma hiperinmune son donaciones de sangre rica en estos anticuerpos", cuenta el experto.
"La administración de estos anticuerpos acelera la respuesta del sistema inmune frente al virus y lo emplearíamos en pacientes con una forma más severa de la enfermedad o con otras patologías, cuando no es posible esperar el tiempo necesario para que la respuesta inmune del paciente se vuelva eficaz", señala.
12 - ¿Es cierto que la tardanza en la aparición de anticuerpos explica la mayor tasa de letalidad?
"No disponemos de esa información dado que los tests más comúnmente empleados en pacientes hospitalizados han sido los que detectan el material genético del virus (PCR) y no la presencia de anticuerpos en sangre", asegura.
13 - Se dice que cuanto más tarden en aparecer los anticuerpos, peor cuadro de evolución. ¿Suelen tardar entre 5 y 7 días?
"Los anticuerpos comienzan a producirse desde que los linfocitos encargados de su producción toman contacto con el virus. Existen varios tipos de anticuerpos. Los que primero se producen son los llamados IgM (en clase explico que son los que se producen en el momento de la infección), y son éstos porque las células vírgenes, o las que no han entrado nunca en contacto con el germen al que podrían reconocer, el único tipo de anticuerpo que pueden producir es IgM", explica.
"Más tarde, y con la cooperación de otras células como los linfocitos T y las células presentadoras, los linfocitos B pueden cambiar el tipo de anticuerpos que producen a otros como IgG y aumentar la eficacia con la que los anticuerpos reconocen el virus, generar linfocitos B de memoria y células plasmáticas. Este proceso toma unas 2-3 semanas en producirse. Dado que la generación de la inmunidad de anticuerpos tarda este tiempo, es necesario que otros mecanismos intenten controlar la infección hasta entonces", afirma.
14 - Administración de terapia biológica con anticuerpos monoclonales dirigidos frente a algunas de estas citosinas, ¿Una solución? En España existen ya unos pocos hospitales que también la están administrando y valorando.
"En muchas ocasiones hablamos de la infección por SARS-CoV-2 o enfermedad COVID-19 como si fueran términos intercambiables o la enfermedad fuera homogénea. El caso es que las manifestaciones de la infección son muy variadas y sería más lógico decir que existen diferentes enfermedades COVID-19, según el tipo de respuesta inmune que despierta el virus en diferentes personas. Algunas son capaces de controlar la infección desde un primer momento y presentan ninguno o pocos síntomas. En otras la infección persiste más tiempo y el sistema inmune no resulta tan eficiente en su control", señala.
"Entonces pasamos a la llamada fase inflamatoria en la que es la respuesta inmune y no el virus la que causa el daño al paciente. Y, por último, existen otras manifestaciones que estamos comenzando a ver y que se dan en un porcentaje reducido de casos como trombosis, ictus o lesiones en la piel. En el caso de pacientes en los que el coronavirus despierta una tormenta inflamatoria, se hace necesario intentar frenar la respuesta del sistema inmune mediante fármacos que ya están disponibles para tratar otras enfermedades. Entre ellos utilizamos fármacos dirigidos frente a moléculas que polarizan la respuesta inmune o son factores nucleares en la cascada de la inflamación, como las citoquinas proinflamatorias", aclara.
"La necesidad de emplear estos medicamentos ha desbordado nuestro conocimiento y aún estamos evaluando qué fármaco puede ser más eficaz en cada una de las situaciones clínicas que se dan en esta infección. La excelente respuesta de nuestra sociedad ha permitido descongestionar nuestras unidades de cuidados intensivos y liberado la disponibilidad de fármacos para la gran mayoría de pacientes que los precisen, frente al desabastecimiento previo de muchos fármacos biológicos que generaba inequidades difíciles de asumir para cualquier médico", precisa.
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"Con una vacuna que entrene al sistema inmune en su combate antes de que el virus nos infecte. De ahí la importancia de la carrera en la producción de una vacuna eficaz. En otro plano, los servicios de Inmunología de los hospitales continuamos analizando el diferente comportamiento clínico y analítico de los pacientes para la identificación de otras estrategias que permitan, mientras llega la vacuna, redirigir la respuesta inmune a su forma más eficaz. Para ello nos valemos de datos clínicos, exámenes de laboratorio y nuestra experiencia clínica en el diagnóstico y tratamiento de pacientes con enfermedades por desregulación inmunológica", concluye.