El coronavirus ha superado ya los 18.000 muertos en España y deja ya más de 172.500 casos; cifras sumamente dolorosas que reflejan el drama de una pandemia que se extiende de forma todavía imparable tras infectar a un total de 213 países. En el mundo, los casos se acercan ya a los dos millones y las muertes se estima que superan ya las 125.000.
En nuestro país, la esperanza reside en que, como confirmó este lunes el ministro de Sanidad, Salvador Illa, “hemos llegado al pico de la curva” y ahora nos encontramos ante el objetivo de “doblegar la curva”, esa maldita curva que se disparó hasta convertirnos en la actualidad en la segunda nación con más contagios tras Estados Unidos, donde ya superan el medio millón.
La nota positiva, un día más, está en que el porcentaje de incremento de nuevos casos continúa en el 2%, y este martes 14 de abril se ha registrado la cifra más baja de nuevos casos desde el 21 de marzo, con 3.045 casos en las últimas 24 horas.
Por su parte, respecto al número de fallecidos, se ha registrado un leve repunte al contabilizarse 564 frente a los 517 registrados el día anterior; datos que, como ha indicado el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, quien ha reaparecido este martes tras recuperarse del coronavirus, han de analizarse “todavía con un poco de cuidado”, puesto que en los últimos días ha sido festivo y pueden haber ligeras variaciones.
En cualquier caso, Sanidad insiste en que las tendencias que se están observando “son en principio buenas” y “en la línea de las semanas anteriores”, haciendo hincapié en las 2.777 nuevas personas que se han recuperado del COVID-19, lo que eleva la cifra de altas médicas a un total de 67.504, es decir, alrededor de un 40% del total de los casos; un dato fundamental que se traduce también en una paulatina descongestión de los hospitales, factor clave en la lucha contra los terribles efectos del coronavirus. Los incrementos en UCI y hospitales se mantienen en un 2%. “Están mejor que la semana pasada”, ha indicado Fernando Simón en su vuelta a las comparecencias presenciales, quien no obstante ha apostillado que “siguen estando en una situación de alto estrés”.
En este contexto, apoyados por la tendencia descendente y desde la afirmación de haber llegado ya al pico de contagios, el Gobierno trabaja ya en un futuro plan de desescalada desde la perspectiva de abordar y “prever todos los escenarios posibles”, algo para lo que se ha rodeado de un equipo técnico de expertos que, además, como ha precisado el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, durante su comparecencia en Moncloa este martes, cuenta con un representante de cada comunidad autónoma.
Del mismo modo en que se ha hecho al haber levantado las restricciones para permitir la vuelta de determinados sectores de la actividad no esencial como la industria y la construcción, entre otros, lo que comenzó el lunes y ha continuado este martes tras terminar los festivos de Semana Santa en las distintas comunidades, el Gobierno planea ahora cuales serán los próximos pasos y diseña ya cómo deben abordar la flexibilización de las medidas. Se trata, dicen, de analizar escenarios y “anticiparse” antes de tomar decisiones “siempre desde el criterio científico”, pero lo cierto es que por ahora no especifican ni revelan nada más allá al respecto de cuáles son las medidas que se están contemplando o diseñando. Ni siquiera al respecto de la posibilidad de dejar salir a los niños al a calle, un asunto que reclaman distintas voces, entre las cuales se encuentran psicólogos, pediatras o incluso algunos presidentes autonómicos además de numerosos padres. La cuestión no deja de ser un debate lleno de controversia, tal como ha sucedido en otros países de Europa, empezando por Italia, donde se llegó a contemplar la medida pero se hubo de dar marcha atrás ante el temor y el convencimiento general de que era prematura. El Gobierno de España está pensando en los más pequeños también, pero por el momento se manifiesta cauto porque, --recalcan--, los niños son un “vector de transmisión” y, como ha recordado con vehemencia el ministro de Interior, “estamos todavía en época de confinamiento”. “Parece que nos hemos olvidado”, ha enfatizado, recalcando que no debemos relajarnos e insistiendo así, en la línea de Sanidad, en que se sigan respectando las medidas de la misma forma ejemplar que hasta ahora: quedarnos en casa, mantener el distanciamiento social, reducir la movilidad al máximo y mantener medidas de prevención como la higiene de manos sigue siendo fundamental.
A este respecto, Fernando Simón ha destacado que “obviamente” se contempla la “posibilidad de que los niños puedan salir con sus familiares con los que conviven a diario a la calle en algún momento determinado”. “Hay que tener mecanismos adecuados para implementarlo y controlar los abusos. No se puede hacer de forma improvisada”, ha subrayado, indicando que este tipo de medidas “obviamente pueden beneficiar a todos y si se toman correctamente serían aplicable en todas las comunidades autónomas”.
En cualquier caso, eso todavía está lejos. En el frente está seguir consiguiendo material sanitario y garantizar el abastecimiento de mascarillas, --algo que todavía falta en grandes cantidades--, al tiempo en que el objetivo es intensificar la realización de test para controlar la infección. Por lo pronto, el confinamiento se perpetúa. La prórroga aprobada para extender el estado de alarma llega al 26 de abril, pero no se descarta que se extienda una vez más, llegando al 10 de mayo; algo que cuenta con una alta probabilidad habida cuenta de que distintos países europeos como Italia o Francia han extendido ya su confinamiento a principios de ese mes. Concretamente, al 3 y el 11 de mayo respectivamente.
Entre tanto, fuera de nuestras fronteras Estados Unidos sigue incapaz de contener el virus, que deja ya más de 600.000 casos y tiene su epicentro en Nueva York, donde ya el lunes se superaron los 10.000 muertos en todo el estado.
En Europa, Francia sigue su ascenso vertiginoso y registra ya más de 143.000 casos y más de 15.729 muertes, mientras Reino Unido sigue el mismo camino con más de 93.000 casos y más de 12.000 fallecidos mientras se multiplican las voces que temen que se conviertan en uno de los países más castigados por la pandemia en Europa.
Más allá, es Italia quien se sigue aferrando a la esperanza de mantener la tónica descendente tras haber registrado la cifra de contagio más baja en un mes: 2.972 contagios. No obstante, las cifras totales continúan siendo escalofriantes: más de 162.400 casos y más de 21.000 muertes.