El confinamiento a causa del estado de alarma por la pandemia del nuevo coronavirus está provocando que la gente se piense hasta el acercarse a hacer la compra. Muchas familias –un miembro–, realizan la compra de semana en semana, habitualmente, pero la recomendación de no salir de casa está haciendo que se recurra a las compras online. Los supermercados no dan abasto. No hay problema de abastecimiento, pero sí lo hay en las fechas de entrega.
“El plazo de las entregas de las compras online ya no se puede determinar. No se puede hacer una media. Hay compañías que están suministrando relativamente rápido y otras que se están demorando enormemente. Hay que tener en cuenta que Amazon, o Ali, entre otras, venden productos de terceros, con lo cual, los movimientos están más restringidos, puede haber más falta de estocaje… Todo eso está ralentizando enormemente la fecha”, señala a Informativos Telecinco Rubén Sánchez, portavoz de FACUA, organización española que defiende los derechos de los consumidores.
“Hay empresas que te están dando un arco de fechas cuando haces la compra y luego, al cabo de dos o tres días, te dice que por problemas de diverso tipo, relacionadas con la situación, tiene que prorrogar la fecha de entrega y que el cliente valore si quiere cancelar el pedido y recuperar el dinero o esperarse”, añade Sánchez.
Los supermercados siempre han dispuesto de plataformas online para poder realizar la compra desde casa y que nos la traigan, pero, ante la pandemia, se da la opción de que te la lleven a casa directamente –como siempre- o que te la dejen en un punto concreto para poder ir a recogerla, evitando el contacto con los empleados.
La gente comienza a notar la demora en las entregas, que superan los 10 días en algunas compañías; Mercadona se ha visto obligado a suspender la venta a través de internet en algunas zonas: se puede comprar en grandes ciudades como Barcelona y Valencia –la recomendación para saber si se puede comprar online es introduciendo el código postal en el formulario-; Lidl ofrece la posibilidad de comprar productos de bazar, pero en cuanto a la alimentación solo se permite comprar en la tienda física.
Día permite la compra online, pero registra gran demora en los tiempos de entrega; y Carrefour, entre otros, avisa de los mismos problemas: si vives en Madrid y haces la compra, tardará 10 días en llegarte. Además, las personas mayores tienen preferencia. Según algunas informaciones, Amazon (Prime Now) es la compañía que está entregando los productos más rápido, aunque también puede aparecer la ausencia de franjas de entrega disponibles.
“Todos tenemos que ser conscientes de que la saturación de pedidos se da por la coyuntura del estado de alarma. Tampoco podemos ser desproporcionadamente exigentes con las empresas, sobre todo cuando hablamos de productos que no sean de primera necesidad”, explica Sánchez, portavoz de FACUA.
La venta de productos online se ha multiplicado por tres a causa de la crisis sanitaria, según un informe publicado por mentta.es. La compra de productos que son considerados de primera necesidad se ha disparado. La carne, por ejemplo, ha multiplicado sus ventas por cuatro, según el estudio.
“Ha habido un gran incremento de la compra online. Incluso en personas mayores que habitualmente no lo hacían: aunque no sean ellos quien lo piden, sus hijos o nietos se las están encargando para que les llegue. Esto está haciendo aprender a muchos consumidores a realizar compras online cuando antes no las hacían, o las realizaban de una manera absolutamente esporádica. Esta circunstancia va a provocar también posiblemente un cambio de hábito a futuro”, añade Sánchez. “Habrá gente que no realizaba la compra habitual de manera electrónica y ahora sí lo va a hacer cuando salgamos del estado de alarma porque se habrá familiarizado o acostumbrado a hacerlo”, asegura.
La gran demanda de productos de primera necesidad también ha provocado que los pequeños comercios - o mercados- se pongan en marcha con la venta online para mantener su negocio. El comercio tradicional busca nuevos métodos para satisfacer las necesidades de los clientes.
“Hay comercio tradicional también en el comercio online. Los pequeños empresarios se están modernizando e, independientemente de que no tengan una plataforma web en la que se realicen los pedidos que están gestionando, tramitan las compras a través de llamadas de teléfono o incluso a través de pedidos vía Whatsapp. Tramitan peticiones de clientes del barrio para llevarles el paquete de productos: la carne, el pescado, o lo que se quiera consumir. Esto se hace como un servicio a domicilio, con lo cual, están garantizando mantener la clientela o incluso fidelizarla y ampliarla”, concluye Sánchez. La población española se 'digitaliza' para comprar.