El CIS ha desvelado cómo han vivido los españoles lo más duro del coronavirus en casa. Lo han hecho sin test - los médicos siguen siendo contrarios a realizar test masivos, incluso en los centros de trabajo- y confiando en el teléfono de su médico de confianza en atención primaria. A la mayor parte de los que acudieron a los servicios de salud, -un 63,3 %-, se le recomendó guardar medidas de aislamiento. Ha servido el coronavirus para que los españoles sean conscientes de la necesidad de aportar más recursos y personal a la sanidad pública, apostar por esos sanitarios que dieron al batalla ante el virus sin protección y que ahora se manifiestan para que ser considerados héroes no caiga en el olvido y se les tenga en cuenta en el futuro. El número de enfermeros contagiados, más de 70.000 dan muestras de su valor.
Y el de los españoles. Porque el 69 por ciento de los españoles que han tenido que contactar con el médico de cabecera porque sospechaba estar contagiado de coronavirus asegura que no se les ha practicado ninguna prueba, si bien nueve de cada diez ni siquiera ha acudido a los servicios sanitarios porque no tenía síntomas compatibles. Es decir, el número de asintomáticos es alto, aunque ya se sabe que serlo no impide que el virus puede dañar el cuerpo. En esos casos, la cifra de españoles que pueden tener el virus y no lo saben es elevado.
Es uno de los resultados del barómetro especial de junio del CIS dedicado a la pandemia, del que se desprende que la inmensa mayoría de la ciudadanía, un 89,3 %, opina que hay que hacer una reforma de la sanidad española, dedicándole más recursos económicos y personales. El 92,4 % de los españoles no se ha puesto en contacto con los servicios sanitarios porque no pensaba que pudieran estar contagiados.
Los españoles confiaron en un 43,4 % en su médico de atención primaria y el 30 % por los distintos números 900 habilitados por las comunidades para recibir información sobre el virus. Una cifra algo inferior (14,2 %) marcaron el 061 o el 112 y el 11,5 % llamaron a un hospital.
A seis de cada diez (un 66,8 %) de los que sí se sometieron a algún test recibieron un diagnóstico negativo y solo en el 32,9 % de los casos fue positivo. De ellos, el 36,1 % tuvo que ingresar en un hospital, mientras que el 63 % pudo pasar la enfermedad en casa, casi la mitad, -un 46,3 %-, con síntomas leves, y un 17,6 % con otros más importantes.
Los que se quedaron en sus domicilios fueron atendidos sobre todo por profesionales sanitarios, sea el médico de familia (65,8 %) u otros (19,5 %), principalmente por vía telefónica, que fue la que imperó en ocho de cada diez casos, aunque algunos de los encuestados (el 16,5 %) fueron al centro de salud. En general, están muy satisfechos con la atención que recibieron, que es puntuada como "muy buena" por el 42 % y como "buena" por el 33,9 %. Solo el 19,5 % asegura que no recibió ningún seguimiento.