La atracción no siempre es recíproca y es muy frecuente que, en algún momento de nuestra vida, nos enganchemos a una persona que no siente lo mismo o viceversa. Gestionar esos sentimientos no es fácil, sobre todo cuando tu crush te dice que solo quiere ser tu amigo.
Tras el cortocircuito emocional inicial es normal que te preguntes si eso es posible, si puedes ser amigo de alguien que te gusta, si serás capaz de dejar atrás los sentimientos románticos o si supondrá una tortura constante. Sin embargo, dejas todas las dudas de lado y decides seguir hacia delante porque esa persona realmente merece la pena y no quieres perderla de tu vida. Ahora llega la parte difícil, pero no imposible. ¿Cómo hacer que funcione una amistad entre una persona que está enamorada y otra que no siente nada? Te vamos a echar una mano:
Si aceptas ser amigo de la persona que te gusta, hazlo de forma honesta y respetuosa. Eso significa no intentar conquistarle de forma sutil.
Hay dinámicas tóxicas en este tipo de amistades que es mejor evitar porque pueden deteriorar la relación. Por ejemplo, intentar poner celosa a esa persona, actuar de forma controladora, ponerte a la defensiva cuando hace otros planes en los que tú no estás implicado, castigarle con tu silencio cuando te sientes inseguro o echarle en cara cosas que con otras amistades pasas por alto.
El concepto de friendzone se sustenta sobre la creencia de que cuando eres amable y te preocupas por alguien, esa persona te debe amor romántico o sexo. También se relaciona con el mito de que hombres y mujeres heterosexuales no pueden ser amigos porque siempre va a surgir una atracción. Y, por supuesto, justifica conductas de acoso y culpabilización cuando una de las partes no siente lo mismo.
Si te gusta una persona, se lo dices y ambos decidís seguir siendo amigos pese a tus sentimientos, no te han friendzoneado. Como adulto maduro e independiente que eres, has decidido seguir en esa relación y está en tu mano cortarla si te sientes incómodo, pero no puedes culpar a la otra persona por haberte pedido conservar una amistad.
Hemos hablado de la importancia de no incomodar ni culpabilizar a la otra persona, pero eso no significa que debas reprimir tus emociones. Si estás enamorado o te sientes atraído por un amigo o amiga, es importante que puedas expresarte libremente. Eso sí, escoge un buen momento y una buena persona con quien hacerlo.
Por ejemplo, si tu amigo o amiga te pregunta qué es lo que sientes, tienes todo el derecho del mundo a ser sincero y explicarle lo que pasa por tu mente. “Me sigues gustando”, “después de varias semanas me sigo sintiendo atraído por ti”, “cada vez estoy más enamorado” o, por el contrario, “desde que somos amigos estoy sintiendo menos cosas románticas y más sentimientos de amistad”. ¿Y si no te pregunta? En ese caso es mejor no incomodar a tu amigo o amiga y desahogarte con otras personas de confianza.
En cualquier caso, tienes que ser sincero contigo mismo. No camufles tus emociones ni le digas a tu amigo/a lo que quiere oír. Si sigues sintiendo cosas, no pasa nada, no debes sentirte culpable, ni castigarte, ni ocultarlo.
Al igual que tienes derecho a expresar tus emociones, también es necesario que pongas límites en tu relación de amistad. Si, por ejemplo, no te gusta que te hable de sus ligues porque ahora mismo te hace daño, háblalo claramente. Hay otros temas de conversación que podéis tener y que os ayudarán a construir una amistad solida mientras tú lidias con tus sentimientos.
También puedes poner límites en lo que respecta a vuestra forma de relacionaros afectivamente. Puedes pedirle que no te de tantos abrazos o besos, en otras palabras, que cambie su forma de expresar cariño contigo. Hay otras formas de demostraros amor que no aumenten tus sentimientos de atracción o amor.
Tú tienes el derecho y el deber de poner límites, pero la otra persona también, y uno de dichos límites es el que delimita qué hace con su tiempo y espacio personal.
En este momento estáis construyendo una amistad sin dinámicas tóxicas y para lograrlo es importante que paséis tiempo separados cultivando otras relaciones. Tu amigo o amiga tiene derecho a conocer a otras personas, con algunas tendrá una simple relación de amistad y con otras tendrá sexo o un vínculo más profundo. No puedes exigirle exclusividad, pero tampoco tienes que ofrecérsela tú.
Es recomendable que sigas viendo a otros amigos y que intentes conocer gente nueva. Eso no es una traición ni significa que estés dejando a tu amigo de lado. En realidad, estás enriqueciendo tu vida social para que los sentimientos no arruinen vuestra amistad.