La modelo y actriz Laura Sánchez, que padece diabetes de tipo 1, ha señalado que en su caso lo achaca al "estrés emocional" que ha sufrido en los últimos años, ya que no ha heredado genéticamente esta enfermedad porque ninguno de sus familiares la tiene.
Así lo explicó la actriz en una entrevista citada por la revista 'Hola', donde manifestó que "al salir a la edad que ha salido, viene con un antecedente emocional, igual que un colon irritable o una úlcera de estómago, somatizar al final todo eso pues rompe en este tipo de enfermedades".
Pero, ¿es realmente el estrés un desencadenante de la diabetes tal y como señala Laura Sánchez?, ¿de qué manera influyen las emociones en esta enfermedad?
Según la Federación Española de Diabetes (FEDE), "la causa principal de la diabetes tipo 1 es la nula producción de insulina por parte del organismo que provoca unos niveles altos de glucosa en sangre. Esta nula producción es debida a una reacción del sistema inmune que, por alguna causa no descubierta aún, destruye las células que producen la insulina en el páncreas".
La FEDE insiste en que "de momento, las causas de esta nula producción de insulina no han sido determinadas, aunque se sabe que es debida a una combinación entre predisposición genética y factores ambientales".
Por su parte, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU (CDC), en un artículo sobre 'La diabetes y la salud mental', mencionan la relación que existe entre los problemas de salud mental y la diabetes.
En el caso del estrés, indican, que la persona “es probable que se cuide menos de lo habitual”, pero además “pueden verse afectados sus niveles de azúcar en la sangre porque las hormonas del estrés hacen que estos suban y bajen de manera impredecible”.
Además, señalan que las personas con diabetes tienen un 20% de probabilidad de tener ansiedad en algún momento de su vida.
Para reducir ambos problemas recomiendan realizar ejercicio físico y de relajación, llamar o enviar un mensaje de texto a un amigo, tomarse tiempo para uno mismo, limitar el consumo de alcohol y cafeína, seguir una dieta saludable y dormir lo suficiente.