Ainhoa, Daniel y Samuel no podrán ver a su familia esta Navidad por el coronavirus: cómo sentirse cerca pese a la distancia
Muchos españoles como Ainhoa, Daniel y Samuel sienten incertidumbre al pensar en la Navidad. Este año ellos no verán a su familia y nos han compartido cómo se sienten en Yasss
Actualmente las comunidades autónomas han ampliado el toque de queda hasta la 1:30 y el número máximo de personas en reuniones a 10
Las Navidades estarán marcadas por el coronavirus, por eso una psicóloga ha recopilado cinco consejos para afrontar la distancia con nuestros seres queridos
Si hay algo que preocupa a todos los españoles ahora mismo son las Navidades. El coronavirus no va a cogerse vacaciones y, por mucho que lo deseemos, los Reyes Magos tampoco nos van a regalar una vacuna. Tenemos que seguir siendo prudentes y tener paciencia, pero sobre todo aceptar las medidas de seguridad impuestas por el Ministerio de Sanidad para evitar la propagación de la pandemia en estas fechas tan señaladas.
A la sensación de indefensión se suma la incertidumbre. Cada semana se decretan recomendaciones nuevas y en ocasiones contradictorias. Por eso lo ideal es no hacernos expectativas poco realistas.
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De momento, el Gobierno y las diferentes comunidades autónomas han acordado medidas comunes: los días de Nochebuena y Nochevieja el toque de queda se amplía hasta la 1:30 y el número máximo de personas será de 10 en vez de 6, como decretaron la semana pasada.
Respecto a los viajes entre comunidades autónomas o provincias, se espera que entre el 23 de diciembre y el 6 de enero se permitan solo los viajes imprescindibles. Es decir, podremos volver al lugar de residencia habitual de familiares o allegados. En otras palabras, está permitido visitar a nuestra familia, aunque lo ideal es evitar desplazamientos innecesarios. Por otro lado, esto puede cambiar y en Canarias y Baleares la medida no será aplicable.
Así serán las Navidades de los jóvenes españoles
Pese a las medidas preliminares, no todos los jóvenes van a poder ver a sus seres queridos. El trabajo, el número máximo de familiares o las limitaciones para viajar han afectado a gran parte de la población. Para conocer a fondo cómo están afrontando los días previos a las fiestas, hemos preguntado a varios veinteañeros.
Daniel, de 26 años, trabaja en una tienda de cara al público de Madrid. “Tengo libre desde el 24 hasta el 27, pero me parece una locura ir en Nochebuena a Vigo después de haberme pasado todo diciembre en contacto con gente”, confiesa. “En la tienda usamos mascarillas y gel, pero aun así viene muchísima gente y nunca estás del todo seguro. No quiero poner en peligro a mis abuelos, que son muy mayores”.
“Todavía no sé qué haré”, relata Samuel, de 23 años. “Si voy yo, ya somos más de diez. Tampoco quiero que mis padres celebren la Navidad solo conmigo, porque mi abuela es mayor y sé que quieren disfrutar del tiempo con ella”. El resto de primos y tíos tienen claro que no van a renunciar a las celebraciones, lo que ha provocado un clima familiar muy tenso. “Nadie quiere renunciar a Nochebuena o Nochevieja. Podíamos repartirnos entre los dos días más importantes, pero no quieren. Sólo piensan en ellos”.
Ainhoa, de 25 años, es au pair en Boston, Estados Unidos. Por las restricciones impuestas en el país, los vuelos con destino o procedencia de España están prohibidos. “No voy a ver a mis padres en Navidad y estoy destrozada”, afirma. “Llevo sin verlos desde febrero y para mí está siendo horrible. Les echo de menos. Mi hermana ha tenido un hijo y solo le veo por fotos. Mi novio está en España y tampoco podemos vernos. Pensaba que tendría un respiro en diciembre, pero no. Después de tanto tiempo me estoy viniendo abajo”.
No puedo ver a mi familia: ¿Y ahora qué?
Si eres uno de los jóvenes afectados por las restricciones o has antepuesto la prudencia a las ganas de ver a tu familia, probablemente estarás experimentando muchas emociones intensas: tristeza, incertidumbre, miedo, frustración e impotencia, entre otras. Es normal sentirte así, así que no te fustigues por estar pasándolo mal. Ni exageras, ni es infantil quejarte por no poder disfrutar de las Navidades en familia.
Una vez hayas normalizado tu reacción emocional, hay algunas recomendaciones para gestionar las fiestas en tiempos del coronavirus:
- Utiliza la tecnología. Desde marzo han surgido decenas de aplicaciones para sentirnos cerca de nuestros seres queridos pese a la distancia. Para que no te pille el toro, pídele a tu familia que se instale alguna aplicación e id haciendo pruebas. Los días más importantes podréis hablar por videollamada y sentiros un poco más conectados.
- Relativiza estas fechas. El 24 y el 31 de diciembre son, para muchos, fechas sobrevaloradas. El agobio por tener todo perfecto, recordar a los que ya no están o los anuncios que nos exigen ser la familia perfecta pueden resultar agotadores. Tómate el 2020 como un respiro de tanto positivismo navideño.
- Busca un grupo de apoyo. Si estás en otra ciudad o país, seguramente tengas algún amigo en tu misma situación. Podéis pasar las fiestas juntos. Será un recuerdo diferente.
- Mantente ocupado. Puedes dedicar tiempo a tus estudios, pero también es importante cuidarte. Haz algo de deporte, juega a algún videojuego, pégate un maratón de esa serie que tienes pendiente o prepara algún regalo casero y envíalo por correo. Lo importante es distraerte.
- Planea las Navidades como te resulte más cómodo. Si prefieres celebrar los días de Nochebuena y Nochevieja a lo grande, aunque estés solo, hazlo. Si por el contrario eres partidario de convertirlos en un día cualquiera, tampoco te sientas culpable. Ignora la presión social para gestionar estas fechas de una forma concreta y sigue tu instinto.