Piscinas, duchas por las que pasan cientos de personas cada día, acumulación de pequeños charquitos, pies descalzos bordeando la piscina... Esta combinación tan veraniega es el caldo de cultivo perfecto para la aparición de hongos en los pies y en las uñas: intenta por todos los medios evitar que esto ocurra, porque eliminarlos requiere paciencia y constancia, además del uso de productos específicos. ¿Cómo evitar los hongos en los pies y qué hacer para tratarlos?
En verano todo es relajación y pies descalzos: nos pasamos el día en la piscina o en la playa y compartimos duchas con cientos de personas cada día. El simple hecho de pasear descalzo alrededor de una piscina puede provocar también la aparición de hongos, por lo que toda precaución es poca: mejor que puedes hacer para evitar la aparición de hongos en tus pies es utilizar siempre chanclas o cualquier calzado que evite el contacto directo de tu pie con el suelo húmedo.
En general, los hongos suelen aparecer cuando sometemos los pies a humedad directa o cuando no están del todo secos. Por eso también pueden surgir al utilizar un calzado que no transpire y en el que se acumule el sudor, siendo posible que aparezcan durante el invierno.
Sin embargo, el verano es la época en la que solemos estar más tiempo que nunca en contacto con superficies que pueden estar infectadas, y las altas temperaturas también juegan un papel importante. La limpieza de las instalaciones públicas o privadas es clave en este sentido, pero es mucho mejor no dejar este factor al azar y tomar medidas preventivas, sobre todo cuando basta con secar bien nuestros pies y utilizar calzado.
La higiene también es muy importante: debes lavar muy bien tus pies, cuidando especialmente la zona de los pliegues de los dedos, y secarlos muy bien al terminar. También mantener tus uñas cortas e hidratar tus pes a diario, especialmente en verano, cuando tienden a secarse mucho más de lo normal debido a su exposición a más factores externos. Ten en cuenta que los hongos se pegan muy rápido, por lo que a más limpieza, menos probabilidad de contagio.
Ojo porque los hongos también pueden crecer en tu calzado: evita zapatos que no transpiren o que te queden muy apretados, y utiliza de vez en cuando productos que absorban la humedad y que los desinfecten. También puedes usar sprays protectores cuando vayas a exponer tus pies a posibles infecciones de este tipo. Otro consejo clave es no compartir toallas, zapatos, calcetines... con otras personas.
Si a pesar de todos consejos aparecen síntomas de padecer hongos, te tocará armarte de paciencia y hacerte con un tratamiento antihongos a medida: los hay de venta libre en farmacias, aunque siempre será mejor ir a un dermatólogo que te aconseje qué es lo más apropiado en tu caso. También existen remedios naturales: aceite de árbol de te, ajo... son productos altamente antibacterianos que puedes aplicar en la zona afectada como complemento.