El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha empezado el año anunciando que trabajan para tratar el covid una enfermedad endémica, es decir, como si de gripe se tratara. De vigilar las epidemias de gripe anuales –y otras enfermedades- se encarga el sistema centinela, formado por médicos y pediatras voluntarios. Nos preguntamos ¿qué es el sistema centinela y cómo funciona?
Son muchas las preguntas que surgen para alguien profano a la medicina sobre el sistema centinela que vigila enfermedades.
El sistema centinela es un “sistema específico de vigilancia epidemiológica que actúa como complemento de los sistemas básicos, y tiene como objetivo principal la obtención de información sobre enfermedades o procesos de interés, que es difícil de conseguir a través de otras fuentes”, según la Comunidad de Madrid.
La red centinela está formada por médicos y pediatras voluntarios que recoger todos los detalles sobre brotes infecciosos, incidencia, factores de riesgo, casos y mortalidad por localización geográfica, etc. y los utiliza en la posible toma de decisiones, según informan desde SINC.
Las redes de vigilancia epidemiológica son fundamentales para la “salud pública y cobran especial relevancia en el manejo de una pandemia como la actual de covid-19”, explican a SINC desde el Grupo de Análisis Científico de Coronavirus del ISCIII (GACC-ISCIII).
Para que una patología sea incluida en este sistema debe cumplir una serie de características, explican los expertos. Se estudian tanto enfermedades infecciosas como crónicas y vinculadas a los hábitos de vida. La información que se obtiene sirve a las autoridades sanitarias, siguiendo el criterio médico, para la toma de decisiones.
Por ejemplo, en la Comunidad de Madrid actualmente se vigila la gripe, crisis asmáticas, la varicela y el hérpes zóster. Antes se han estudiado otras patologías como tos ferina, rubéola y parotiditis, hepatitis A, sarampión, diabetes, alcoholismo, parotiditis y enfermedades exantemáticas de la infancia.
En España, muchas comunidades autónomas tienen sus propios sistemas centinelas, algunas de ellas colaboran en investigaciones conjuntas. Además, nuestro país también participa en proyectos a nivel europeo, donde las redes centinelas están muy asentadas, especialmente en Holanda y Bélgica.
España participa en Eurosentinel, Health Monitoring in Sentinel Practice Network, o European Influenza Surveillance Scheme.
Los sistemas centinela se basan en la notificación de casos de determinados procesos o enfermedades incluidos en la red de centinelas. Son los médicos voluntarios quienes informan o notifican de cada paciente que pasa por su consulta con una de estas patologías, aportando datos relevantes para la ciencia como variables sociodemográficas, síntomas, manifestaciones clínicas o vacunación, entre otros.
La gripe de una de las enfermedades incluidas en este sistema de vigilancia. Antes de la pandemia de covid, al año morían en España 6.000 personas por el virus de la gripe. La inclusión de enfermedades con una alta incidencia en la población es muy importante para combatirla según los expertos. Por eso, se dice que el Gobierno de Pedro Sánchez está trabajando para tratar el covid como su fuera una gripe.
Sin embargo, los mismos expertos que señalan que incluir el covid en un sistema de vigilancia como una red centinela podría ser adecuado, también alertan de que para hacerlo hace falta dotar de más recursos a la sanidad pública.
Amparo Larrauri, del Centro Nacional de Epidemiología y que dirige el sistema centinela de vigilancia de gripe en España (ScVGE) advierte en declaraciones a SINC de que incluir el covid “supone un desafío en el momento actual debido a la enorme carga de trabajo de los profesionales de salud pública y de hospitales mantenida durante seis meses y sin previsión de mejora a corto plazo. No obstante, permitirá disponer de sistemas flexibles y estables que informarán sobre cualquier agente respiratorio conocido o emergente”.
“Se integraría la vigilancia de las infecciones por SARS-CoV-2 en los sistemas centinela de infección respiratoria aguda (IRA), lo que permitiría mejorar la información epidemiológica, clínica y virológica”, añade Larrairu. “Las ventajas fundamentales de una estrategia que vigile las IRAs en atención primaria serían una red común de profesionales que notifique los casos de covid-19 y gripe; una única toma de muestra para diagnóstico; unas poblaciones anuales y semanales de vigilancia… En definitiva, un circuito consolidado por su actividad durante muchas temporadas estacionales de gripe”.
La vigilancia centinela no pretende recoger todos los casos sospechosos ni confirmados, sino solo una muestra representativa que monitorice la evolución de la incidencia de los virus respiratorios en el tiempo y espacio, la intensidad de su circulación, la identificación de factores de riesgo y patrones de enfermedad grave y la efectividad de las posibles medidas de prevención. Paralelamente habría que seguir haciendo el trabajo desarrollado hasta ahora –o que la menos se intenta- de notificación y asilamiento de los positivos en covid.