¿Sabías que la presencia de piojos es, junto al resfriado común, una de los problemas de salud más contagiosos para el ser humano? Quien más quien menos ha sufrido un pequeño ataque de pánico al ver que a su hijo le pica sospechosamente la cabeza, y no es para menos teniendo en cuenta la altísima incidencia de este tipo de contagio y lo desagradable de la presencia de estos pequeños parásitos. Afortunadamente, existe toda una gama de productos y remedios caseros para acabar con estos insectos. Te contamos cómo eliminar los piojos
Saber si tu hijo tiene piojos es tan sencillo como examinar su cabeza con cuidado: su presencia suele ser bastante fácil de percibir y su incidencia es mayor en las niñas precisamente porque éstas suelen llevar el pelo más largo. Estos pequeños parásitos acampan a sus anchas en el pelo de la cabeza porque se trata de un lugar cálido y protegido, perfecto para que las hembras pongan sus huevos. Viven en ella alimentándose a base de pequeñas dosis de sangre y, fuera del cabello humano (en el caso específico de este tipo de piojos), no suelen sobrevivir más de 48 horas.
El contagio de piojos es bastante sencillo y muy común, sobre todo en etapa escolar. Eso sí, no es cierto que los piojos salten o vuelen: el contagio se produce por contacto directo entre cabezas. En cuanto a si resulta difícil o sencillo acabar con ellos, lo cierto es que es necesaria cierta constancia, aunque existen instrumentos y productos específicos para este tipo de problema.
Lo más complicado suele ser eliminar las liendres, es decir, los huevos de piojo, que suelen depositarse en el cuero cabelludo, adhiriéndose a él con una especie de ‘pegamento' que se mantiene a pesar de la presencia de agua. Por eso es muy útil utilizar un peine para piojos o lendrera, que se caracteriza por tener púas muy unidas entre sí, de manera que se hace más sencillo arrastrar a piojos y liendres fuera de la cabeza. Utilízalo con cuidado y sin dejar ni un rincón del cabello de tu hijo sin peinar, en un emplazamiento con buena iluminación: es la mejor forma de eliminar el problema de raíz.
También deberás utilizar productos específicos como champús o lociones anti piojos, tanto antes como después del uso del peine. Lo malo de estos productos es que se trata de insecticidas químicos, por lo que resulta conveniente usarlos lo menos posible y nunca de forma preventiva, ya que podría generarse el efecto contrario: una menor eficacia del producto en caso de contagio en el futuro.
Normalmente este tipo de productos contienen permetrina y, ante los casos más severos, resulta preferible optar por una loción, ya que ésta permanece más tiempo en el cabello y puede resultar más eficaz. Otros compuestos químicos utilizados en estos casos son el malatión o lindano, aunque resultan más tóxicos y son menos recomendables.
Otra opción, menos lesiva, es optar por anti piojos de siliconas, que funcionan asfixiando al piojo y a sus liendres. La gran ventaja de este tipo de tratamiento es que no resulta tóxico. A ello se suma que muchas veces los tratamientos químicos no resultan del todo eficaces precisamente porque los piojos han desarrollado cierta tolerancia a este tipo de sustancias. También existen muchos productos naturales pensados para eliminar piojos, muchas veces compuestos por aceites esenciales y otras sustancias eficaces a la hora de acabar con estos parásitos.
Por último, no hay que olvidar la eficacia de los remedios caseros contra los piojos: uno de ellos es lavar el pelo con vinagre, así como utilizar aceites esenciales como el de árbol de te (también presente en muchos producros naturales contra los piojos), lavanda o eucalipto.
En cuanto a la posibilidad de prevenir este problema, lo cierto es que poco puedes hacer para evitarlo: de hecho, una buena higiene no ayuda a evitar la presencia de piojos porque estos insectos prefieren las cabezas limpias y con poca grasa. Lo único que puedes hacer es intentar evitar situaciones en las que los niños se aglomeren hasta el punto de entrar en contacto físico cabeza con cabeza, lo que resulta prácticamente imposible. Lo que sí puedes hacer es revisar de vez en cuando la cabeza de tu hijo y tomar medidas en cuanto percibas la presencia de piojos: cuanto antes ataques el problema, más sencillo será deshacerte de ellos.