El Ministerio de Consumo ha endurecido los requisitos para la venta de mascarillas higiénicas y para resolver las dudas que pueda suscitar la nueva regulación, así como las que aún persisten sobre cuál usar para cada momento, el Consejo General de Enfermería (CGE) ofrece una serie de claves.
La primera es que para elegir la mascarilla apropiada para cada situación se debe tener en cuenta, entre otros aspectos, la eficacia de filtración bacteriana (BFE), el grado de respirabilidad, el sentido de filtración y que estén fabricadas según estándar, según detalla el CGE que ha elaborado una infografía donde se desglosan esas claves.
Antes de comprarlas, hay que buscar las indicaciones técnicas que certifican que las mascarillas siguen las pautas normativas exigidas: las higiénicas tienen la regulación en el empaquetado que las recubre, las quirúrgicas "generalmente" en la caja y las autofiltrantes directamente sobre el producto. En todas ellas debe aparecer en la ficha técnica.
En la infografía, el CGE destaca que las mascarillas autofiltrantes -FFP2 y FFP3- son las que "mayor protección" ofrecen al contar con una filtración bacteriana "mayor" y el sentido de la filtración es tanto dentro hacia fuera como de fuera hacia dentro.
Para saber que cumplen con la normativa, el consumidor tiene que comprobar si -directamente en el producto- aparecen la especificación UNE-EN 149:2001 + A1 y las letras CE seguidas de cuatro dígitos que se pueden comprobar en la regulación 2016/425 sobre equipos de protección que recoge el portal de la Comisión Europea.
Este tipo de mascarillas están recomendadas para situaciones "donde haya mayor riesgo de transmisión de aerosoles ya sea por tratarse de un lugar cerrado, por estar poco ventilado o porque se realicen actividades o técnicas que los generen en mayor medida", según el CGE.
La enfermería puntualiza que las FFP3 deben ser priorizadas para el personal sanitario que se expone a técnicas que generan directamente aerosoles y la FFP2 para personal sanitario o esencial que realice su actividad con pacientes COVID-19 o sospechosos, también para el resto de la población en ambientes donde haya mayor riesgo de transmisión de aerosoles.
En cuanto a las mascarillas quirúrgicas, que se consideran productos sanitarios, el CGE explica que hay tres tipos, y hay que ver en la caja o en la ficha técnica si tiene la especificación UNE-EN 14683:2019 AC y las letras CE.
Estos productos, según el CGE, "tienen menor protección de fuera hacia dentro, pero una gran protección de dentro hacia fuera".
Sobre las mascarillas higiénicas, los profesionales de enfermería recalcan que lo primero que hay que tener en cuenta y que refleja el Boletín Oficial del Estado (BOE) es que "no son EPI y así deben reflejarlo en su etiquetado".
En la nueva regulación del Ministerio de Consumo se especifica que deben reflejar la especificación UNE 0064 (0064-1 adultos; 0064-2 niños), la 0065 o su equivalente europea CWA 17553 y también debe detallar si son de un solo uso o reutilizables.
En el caso de que sean reutilizables debe aparecer el número máximo de ciclos de lavado que mantengan las características, así como el método de lavado y secado.
Estas mascarillas están recomendadas "especialmente" para población en general en sitios de bajo riesgo de transmisión del virus.
En cuanto a las mascarillas transparentes, indicadas para las personas que tienen discapacidades comunicativas, el CGE destaca que las recomendaciones establecidas "son escasas" y que "haría falta más información que ayudara al consumidor", con lo que reclama una regulación "más específica".