Puede que no lo supieras, pero el estrés también puede afectar a la salud de tu boca, especialmente cuando se mantiene en el tiempo. Es normal que nuestro cuerpo responda a desafíos o exigencias a través de las 'hormonas de la alerta', pero en el contexto social actual, las prisas y las obligaciones nos llevan a mantenernos en este estado de forma demasiado frecuente. ¿Cómo afecta el estrés a la salud dental?
Bajadas de defensas, presión arterial alta, diabetes, insuficiencia cardíaca, acné, eccemas, depresión, ansiedad, contracturas musculares... son algunos de los daños a nuestro organismo que pueden surgir de forma colateral a una situación de estrés crónico. Menos conocidos son los daños que el estrés provoca en nuestra salud dental, pero lo cierto es que existen.
Tal y como explica Vitaldent, el estrés se define como un estado de fatiga física y psicológica en la persona, que puede venir provocado por un exceso de trabajo, así como por desórdenes emocionales, entre otras cosas. Cada vez es más frecuente que nos encontremos en estado de alerta casi permanente, lejos de la función principal de esta forma de respuesta, diseñada para que podamos responder con rapidez ante situaciones que lo requieran. Básicamente, cuando todo es urgente, no podemos bajar la guardia.
Por eso es frecuente que experimentemos taquicardia, que estemos más nerviosos, que aparezca la sequedad bucal o el bruxismo... y también que nos alimentemos peor, que consumamos más productos azucarados para mantener el nivel de energía alto, o que abusemos del tabaco o el alcohol.
También es posible que descuidemos nuestra higiene bucal si pasamos muchas horas fuera de casa y realizamos nuestras comidas fuera, sin posibilidad de lavarnos los dientes o haciéndolo de forma poco cuidadosa o insuficiente.
Con el tiempo, mantener estos hábitos y síntomas puede repercutir negativamente en la salud de nuestra dentadura, manifestándose distintas enfermedades periodontales. Existen estudios que asocian los niveles alto de estrés con elevados niveles de cortisol, una hormona que, si se acumula, puede provocar este tipo de enfermedades.
Estos son algunas de las enfermedades dentales que puedes sufrir debido al estrés:
Si quieres reducir el riesgo de padecer enfermedades, mantener unos niveles de estrés bajos es un básico: hacer deporte, introducir rutinas relajantes (paseos, meditación...), despegarnos en la medida de lo posible de smartphones y ordenadores, cuidar nuestra alimentación, evitar bebidas excitantes, crear un ambiente ordenado y relajado en tu hogar... son algunos consejos para bajar la guardia y relajar tu cuerpo y tu mente.