La compañía farmacéutica Janssen Pharmaceutical Companies of Johnson & Johnson presentaba el pasado domingo en el Congreso Anual de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO) los resultados favorables de su estudio sobre el tratamiento de los pacientes con cáncer de pulmón no microcítico, a partir de la combinación de dos fármacos. La investigación CHRYSALIS ha determinado que el tratamiento de los pacientes que padecen esta enfermedad con amivantamab y lazertinib de forma conjunta, produce una mejoría significativa, incluso cuando estas personas se encuentran en un estado avanzado de la enfermedad y con mutaciones del receptor del factor de crecimiento epidérmico (EGFR).
En el evento, celebrado de forma virtual, se expuso desde Janssen que el estudio demostraba, no solo una mayor actividad de los pacientes y un aumento en la duración de la respuesta (DdR), sino también la posibilidad de mejora en pacientes cuyos tratamientos de referencia previos habían fracasado.
Este tipo de cáncer de células no pequeñas (o no microcítico) representa el 85% de todos los cánceres de pulmón, motivo por el que la doctora Natasha B. Leighl, investigadora presentadora del estudio y responsable de Oncología Médica Pulmonar en el Centro Oncológico Princesa Margarita de Toronto (Canadá), ha asegurado que “a pesar de los avances en los tratamientos dirigidos”, este tipo de cáncer de pulmón “sigue siendo una enfermedad con considerables necesidades no cubiertas”, haciendo especial hincapié en continuar con la investigación de aquellos casos en los que el tratamiento de inhibidores de la tirosina quinasa (TKI) del EGFR de tercera generación continúa sin ser efectivo.
Los síntomas tardíos de los tumores pulmonares y su agresividad hacen del cáncer de pulmón el más mortal a nivel global. Cada año se detectan más de 29.000 nuevos casos de cáncer de pulmón en España, siendo este difícil de diagnosticar y tratar de forma temprana debido a que los pacientes no suelen percibir los primeros síntomas hasta estadios avanzados de la enfermedad.
A pesar de ello, Leighl ha puesto en valor los hallazgos obtenidos con el estudio que demuestran cómo el tratamiento combinado proporciona una respuesta mayor y más duradera que la monoterapia y ha apuntado a que estos descubrimientos abren paso a “una posible nueva estrategia de tratamiento para los pacientes con cáncer de pulmón que han progresado al tratamiento de referencia previo”. “Estos nuevos datos sugieren que esta opción terapéutica tiene una actividad antitumoral prometedora en una población que ha agotado los tratamientos de referencia. Nos sentimos alentados por estos datos que muestran que la combinación de amivantamab y lazertinib ha presentado actividad antitumoral, incluso en una población de
pacientes intensamente tratada”, ha concluido.