Los madrileños no han pasado hoy a la fase uno, como sí lo han hecho otras comunidades, pero han entrado este lunes en una nueva etapa que también durará 15 días, la de ir a por una mascarilla FFP2 gratis. Han sido muchos los ciudadanos que han acudido este lunes a su farmacia más cercana para conseguir su mascarilla FFP2, dispuesta gratuitamente por la Comunidad de Madrid, así lo han podido constatar los farmacéuticos, que se han visto con más trabajo del habitual e, incluso, en algunos casos, se han encontrado con el sistema informático para dispensarlas, el de la receta electrónica, ralentizado. No han faltado las críticas de los sanitarios que tienen duda de su eficacia y lo que la propia Ayuso en unos días horribilis ha dicho sobre la mascarillas, que protege en exceso.
En una farmacia del barrio de la Estrella de Madrid, han creado dos filas para la ocasión, una para las mascarillas y otra para el resto de los medicamentos. Los que acuden únicamente a por la mascarilla lo único que tienen que hacer es entregar su tarjeta sanitaria a través del dispensador que conecta el interior con el exterior de la farmacia, y recoger su mascarilla. Algunos, como Pedro, han aprovechado el viaje y han recogido la mascarilla de toda la familia, "la mía, la de mi hijo y la de mi mujer", comenta mientras muestra las tres tarjetas sanitarias y los tres paquetes de mascarillas, rojos, con el logotipo de la Comunidad de Madrid.
En esta farmacia, asegurándose de que todo está en orden, se encuentra el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Madrid, Luis González, que comentaque al principio "va a costar un poquito arrancar", por lo que le da las gracias a los farmacéuticos por su esfuerzo, y en este sentido, pide paciencia a los ciudadanos, y les recuerda que tienen 15 días para retirar la mascarilla. "Quiero pedir responsabilidad a los ciudadanos, y recordarles que tienen 15 días para retirar su mascarilla, que no se la va a quedar nadie, y que durante estos primeros días a lo mejor tardamos un poquito más en hacer la dispensación", apunta González.
El presidente de los farmacéuticos madrileños señala que este tipo de mascarilla FFP2 tiene su "tiempo de validez", que termina cuando "uno tiene un poquito de dificultad al respirar", lo que quiere decir que esa mascarilla ya no funciona, pero, hasta entonces, se puede utilizar, siempre siguiendo los criterios de higiene adecuados.
En este sentido, el consejo de González es quitarse los guantes al llegar a casa, lavarse las manos antes de quitarse la mascarilla, depositarla en un sitio donde nadie la toque, volverse a lavar las manos y, cuando se quiera volver a utilizar, acordarse de lavarse las manos antes de ponérsela de nuevo.
A Luisa y Juan, que han acudido esta mañana a por su mascarilla al ver que "no había mucha gente", les parece muy bien que se reparta gratuitamente esta protección, aunque creen "que se tenía que haber hecho antes", comenta Luisa. Juan piensa que su uso debería ser obligatorio, porque ve a mucha gente sin ella, y a su juicio se trata de una "medida totalmente imprescindible".
En otra de las farmacias de este barrio han tenido algún que otro problema técnico, aunque puntual, con el sistema de la receta electrónica, que se ha ralentizado debido a la cantidad de personas que han acudido a pedir su mascarilla, sin embargo, cuando ha vuelto a funcionar, se ha generado una cola fuera de la farmacia de unas 4 o 5 personas. "Me parece bien poder recogerla gratis, lo tenían que haber hecho hace un mes y medio aproximadamente", señala Carlos, que acude a la farmacia a por sus medicinas, y de paso ya recoge su mascarilla FFP2.
En el centro de la capital, con menos espacio residencial, se han formado menos colas de vecinos que van a por sus mascarillas, aunque la cantidad de personas que han acudido hoy a las farmacias también ha afectado a su sistema de receta electrónica, comenta Antonio desde su farmacia de la calle Montera. Vicente, uno de los clientes habituales de una farmacia de la céntrica calle de los Jardines, explica que "ha venido a por la mascarilla FFP2, pero también a por otras quirúrgicas". "Lo que veo es que una mascarilla es algo simbólico, mucha propaganda de que se van a distribuir mascarillas, pero es para unos días, el resto la compramos, y es un euro cada día (96 céntimos las quirúrgicas), que son 30 euros al mes, y tal como está la economía, es un dinero importante, sobre todo para los pensionistas", lamenta.
Desde una farmacia de la Gran Vía, Félix, afirma que desde primera hora de la mañana no han parado de dispensar mascarillas, y que el sistema de la receta electrónica también les ha ido "bastante lento", en este sentido recuerda a los ciudadanos que hay 15 días para poder recogerlas, que no hace falta tener prisa.
Se podían observar más clientes formando cola según iba quedando atrás la zona más céntrica de la ciudad. En una farmacia cercana a Moncloa, la fila era de unas 7 u 8 personas, pero ha habido un goteo continuo de clientes para recoger la mascarilla durante toda la mañana, una atención que se ha complicado un poco más porque también han observado que el sistema informático iba "muy lento".
En otros municipios, como Manzanares El Real, que cuenta con dos farmacias, se han llegado a formar colas de 30 personas para recoger las mascarillas en este primer día.
Casi un millón de mascarilllas han sido distribuidas de forma gratuita hoy entre la población madrileña, a través de las cerca de 3.000 oficinas de farmacia de la región, sin que se hayan producido "incidentes reseñables", según fuentes del Gobierno regional. El Ejecutivo autonómico que preside Isabel Díaz Ayuso ha adquirido 14 millones de mascarillas KN95 (tipo FFP2) para su distribución de forma gratuita entre la población con el objetivo de prevenir los contagios de coronavirus.
Se trata de un tipo de mascarilla autofiltrante de calidad, pensada para personal sanitario, con una eficacia de filtración de partículas superior o igual a 92 en un índice de 100. No se han producido "incidentes reseñables" en el reparto de este material de protección que ha comenzado este lunes y que continuará durante las dos próximas semanas. Sólo entre las 11.00 y las 12.00 horas, las oficinas de farmacia han dispensado más de 101.000 mascarillas, lo que supone cerca de 1.700 por minuto, han indicado desde el Gobierno regional.
Los madrileños tienen un plazo de quince días desde hoy, lunes, para recoger la mascarilla que la Comunidad de Madrid distribuirá a través de las farmacias de la región, donde será necesario presentar la tarjeta sanitaria. En un comunicado, el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid ha agradecido "la responsabilidad y el comportamiento cívico" de los ciudadanos a la hora de recoger el material de protección gratuito, al tiempo que ha reconocido "el esfuerzo y el buen hacer" de los farmacéuticos en esta dispensación masiva.
La institución colegial ha instado a los usuarios a acudir a las oficinas de farmacia "de forma escalonada" a retirar su material de protección durante el periodo abierto de quince días. "Hemos superado el primer envite gracias a la comprensión y el comportamiento cívico de los madrileños, que en su primera visita a su farmacia más cercana entiende que si no le es urgente se pasa otro día o en otro momento a recogerla con su tarjeta sanitaria", ha señalado el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid, Luis González Díez. Ha agradecido a todos los farmacéuticos "su esfuerzo y buen hacer en esta dispensación masiva adicional a su labor habitual de atención farmacológica y servicio profesional al público".
El portavoz de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad (FADSP), Marciano Sánchez Bayle, ha calificado de "despropósito" el reparto de mascarillas a la población madrileña en las farmacias sin hacer "un escalonamiento". Las "colas kilométricas" en las farmacias de gente esperando a que le den una mascarilla son "un despropósito, porque favorece la transmisión de la enfermedad".
"Cuando se va a hacer un reparto de mascarillas entre el conjunto de la ciudadanía, en las farmacias o en cualquier otro dispositivo de reparto, lo normal es hacer un escalonamiento", lo que, a su juicio, se puede hacer por tramos de edad, ya que "parece razonable pensar que las personas que más pueden utilizar las mascarillas son las más mayores". Tras indicar que "eso evitaría muchísimas aglomeraciones", ha agregado que hay más mecanismos, como hacer llamamientos en función de si el DNI acaba en cifra par o impar.
"Esto es como lo del Ifema", ha dicho, para comparar la afluencia de gente a las farmacias con las aglomeraciones que se produjeron en la celebración del cierre del hospital temporal de Ifema, y afirmar que parece que los responsables madrileños no utilizan "el razonamiento lógico y coherente".
En cuanto a que el tipo de mascarilla que se está repartiendo a la población sea FFP2, ha considerado que "es un error menor, pero es un error porque las primeras personas que tenían que tener disponibilidad de mascarillas son los profesionales sanitarios, que tienen muchos problemas".
A este respecto, ha tachado de "ridículo" que se lleve a cabo esta medida "si se está racionando ese tipo de material para los profesionales sanitarios, que además son los que pueden contagiarse con más facilidad, como se ha demostrado, desgraciadamente, y luego además los que tienen más probabilidades de contagiar a personas".
Sánchez Bayle ha reiterado la petición de dimisión por parte de la Marea Blanca de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, cuyo "error más grave", a su juicio, ha sido "la destitución" de la Directora General de Salud Pública, Yolanda Fuentes, y la petición de pasar a la Fase 1, "que no tiene razón de ser". Finalmente, Sánchez Bayle ha acusado a Ayuso de "sobreactuación