La movilidad desde Madrid y el País Vasco hacia otras comunidades ha sido uno de los factores que ha contribuido al ascenso de la pandemia de coronavirus en España, según los datos preliminares de un estudio que está desarrollando el Centro Nacional de Epidemiología (CNE).
Investigadores del CNE y del CIBER de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP) están llevando a cabo el Proyecto "Factores de Difusión COVID-19 en España", que tiene como objetivo identificar los parámetros que están influyendo en la "desigual difusión" del virus por territorios.
Las primeras conclusiones de este informe, que ha estudiado el periodo de ascenso de la curva epidémica, han permitido identificar una serie factores que han tenido un papel importante en el ascenso de la pandemia.
Entre ellos, destacan los ligados al movimiento de las personas, tanto interno como externo y, en concreto, los investigadores señalan la movilidad que se produjo desde Madrid y el País Vasco a otras comunidades autónomas; y los factores relacionados con la asistencia socio-sanitaria, especialmente la situación en las residencias de mayores y el elevado porcentaje de personal sanitario infectado.
"Como conclusiones de este primer análisis se puede decir que la movilidad interna en ámbitos urbanos con gran actividad, la difusión a partir de focos iniciales a territorios contiguos y la falta de contención en el ámbito socio-sanitario han sido clave en el ascenso de la pandemia", resume la nota publicada por el Instituto de Salud Carlos III.
El análisis de los datos demuestra también, según este estudio, que la transmisibilidad de la pandemia de COVID-19 experimentó un descenso "drástico" con las medidas de distanciamiento social que fue continuado hasta la estabilización de la pandemia.
El objetivo de este proyecto de investigación es identificar los factores que determinaron el ascenso de la epidemia y trasladar este conocimiento a las autoridades sanitarias para que puedan actuar sobre ellos, reducir la intensidad de la epidemia y prevenir ascensos futuros.
Así, entre las recomendaciones destacan el uso de medidas de protección para que los movimientos de la población sean más seguros, como el uso de mascarilla, lavado de manos, distanciamiento social y aislamiento en caso de infección o contacto.
Subrayan, además, la importancia de tomar todas las medidas necesarias para proteger al personal sanitario y a los residentes y trabajadores de centros sociosanitarias.
Los investigadores señalan que según se vayan consolidando los datos se procederá a analizar el descenso de la curva hasta el control de la epidemia y el periodo de brotes.