Prohibido bañarse. Varios ayuntamientos del Turia han decidido cerrar sus playas fluviales. La explicación: no hay medios ni dinero para cumplir los requisitos sanitarios que impone la COVID-19. Así lo han decidido las localidades valencianas de Bugarra, Chelva, Gestalgar, Sot de Chera y Tuéjar tras la reunión mantenida en la sede de la Mancomunidad de la Serranía.
En la sesión se ha acordado que en las playas Continentales de estos municipios de interior "queda prohibido el baño durante la temporada estival de 2020, estando habilitadas las áreas alrededor de las mismas, con un aforo que cada uno de los órganos gestores de cada municipio definirá".
En Bugarra, con sólo 700 habitantes, no tienen ni policía local, así que ven inviable el control de aforo. En Gestalgar, también han colocado el cartel de prohibido el baño. El motivo es el mismo. Imposible cumplir la exigente normativa para combatir la pandemia. Y sin playas, el turismo caerá en picado. Los ayuntamientos piden a la Generalitat que se haga cargo de la inversión y personal para poder mantener abiertas las playas que surcan el Turia.
Mientras, a través de la web creada a tal fin por la Agencia Valenciana de Turismo, se destacará que estas poblaciones "disponen de senderos y otras zonas, con gran atractivo medioambiental que también merecen ser vistas".