El Instituto Eijkman de Biología Molecular ha detectado una mutación del coronavirus considerada hasta 10 veces más infecciosa de la cepa original encontrada en la ciudad china de Wuhan.
Según los investigadores y como ha recogido el medio The Jakarta Post, esta mutación se ha detectado en Indonesia, y es conocida como la D614G, reccogida en ocho de las 22 secuencias del genoma completo del SARS-CoV2. Por tanto, esta mutación representa ya el 40% de los genomas reportados en este país.
A pesar de los resultados, los propios expertos han asegurado que se necesitan más estudios, ya que solo se han utilizado muestras de cultivo tomado en los laboratorios.
Esta cepa D614G se detectó por primera vez a finales de enero en Alemania, y es común en el resto de países de europa y también en Estados Unidos. Esta mutación del virus, a pesar de ser mucho más infecciosa, no se ha demostrado que sea más agresiva, aunque la OMS aclara que tampoco hay evidencias de que sea más leve.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado que aún no hay evidencia científica de que la mutación del coronavirus recientemente identificada en algunos países de Asia por científicos de Corea del Sur cause una enfermedad más leve o sea menos mortal.
La epidemióloga líder de la OMS, María Van Kerkhove, ha aseverado en rueda de prensa que en este momento el organismo sanitario internacional se encuentra trabajando con un grupo de especialistas para entender los cambios que puedan ocurrir en la secuencia genética del virus.
"Si aparece un artículo anunciando que hay una nueva mutación, esto puede asustar, pero estos cambios en los virus ocurren todo el tiempo. Hemos visto cambios en esta mutación del virus llamada D614G, que es algo que ha circulado desde febrero, y es la cepa que predomina en Europa y América del Norte, y ahora ha regresado a Asia", ha explicado la experta.
Van Kerkhove ha destacado que lo imperativo es seguir monitoreando el virus para entender sus cambios y determinar cuáles mutaciones son importantes o lo hacen comportarse de manera diferente.
En cuanto a la diferencia en los índices de mortalidad entre países, la experta ha señalado que hay muchas razones por las que las muertes varían. Así, ha recordado que, en Corea del Sur, por ejemplo, los primeros infectados fueron personas jóvenes, con menos males subyacentes previos. "Hasta el momento, más de 75.000 secuencias genéticas del coronavirus de países de todo el mundo están disponibles al público, algo que debe continuar", ha concluido.