La Comunidad de Madrid ha centrado hoy la atención mediática después de anunciar que finalmente impone el uso de la mascarilla obligatoria en todos los lugares públicos haya o no distancia de seguridad, así como por presentar un conjunto de restricciones frente al coronavirus y una batería de medidas que incluyen la creación de la denominada ‘cartilla COVID-19’. Llegará en septiembre y tiene por objetivo controlar quiénes han pasado o no la enfermedad; una distinción, ha dicho la presidenta de la comunidad autónoma, Isabel Díaz Ayuso, para facilitar la vuelta a la normalidad de los afectados. “Con esta cartilla será mucho más fácil evitar confinamientos y acceder, por ejemplo, a establecimientos como gimnasios, museos o cines”, entre otros recintos cerrados, ha dicho la presidenta regional, defendiendo que “es bueno que haya un registro” de “quién lo ha tenido y quién tiene anticuerpos”.
"Con ella se permitiría demostrar quiénes en estos momentos no pueden contagiar, no pueden ser contagiados, y por lo tanto pueden volver a una cierta normalidad y, de manera paralela, proteger al vulnerable", ha manifestado.
Sin embargo, desde el preciso instante en que ha sido anunciada, esta ‘cartilla COVID-19’ a la que Ayuso se ha referido como un proyecto “experimental” no ha dejado de generar todo tipo de reacciones, y mayoritariamente de rechazo.
Prueba de ello es la propia voz del ministro de Sanidad, Salvador Illa, quien ha sido tajante al dejar claro que la medida no está aprobada por ninguna entidad internacional. "No lo recogemos en ninguno de nuestros documentos ni ningún organismo internacional apoya medidas de este tipo". Tampoco la Organización Mundial de la Salud, ha subrayado, recalcando además que ha conocido la puesta en marcha de esta ‘cartilla’ a través de los medios y no por comunicación directa con las autoridades madrileñas.
Los expertos lo corroboran: la ‘cartilla COVID-19’ “no está aconsejada” ni por la OMS ni ninguna entidad científica por los “riesgos que conlleva”. Por eso, piden al Gobierno madrileño que “explique para qué la quiere”, tal como afirma el doctor José María Molero, experto en Enfermedades Infecciosas de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria.
En declaraciones recogidas por EFE, el especialista indica que equivaldría a "un pasaporte inmunológico" que, de acuerdo con algunos estudios, tiene "más riesgos que beneficios", entre ellos una "falsa sensación de seguridad", además de problemas de "índole ética y moral", profesionales y legales "al diferenciar la equidad en función de que se tenga o no anticuerpos".
"Entiendo que sería el pasaporte inmunológico. En función de si tienes o no anticuerpos de haber pasado la infección, puedes tener o no derecho a determinados tipos de privilegios en cuanto a movilidad o acceso a diferentes lugares o servicios. Pero eso no está avalado a nivel nacional ni internacional", explica el responsable de la citada Sociedad médica (SEMFYC), quien ha incidido en que "la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) en sus documentos de pruebas diagnósticas no lo recomienda".
Por su parte, el portavoz del PSOE en la Asamblea de Madrid, Ángel Gabilondo, ha reaccionado también a la controvertida medida asegurando que la cartilla "puede en algún modo discriminar a algunas personas".
"No parece una medida especialmente interesante que se señale a quien no tiene y tiene COVID como si fuera el que no puede salir o no puede ir a los lugares", ha dicho, aprovechando para destacar por otro lado que la obligatoriedad del uso de las mascarillas haya o no haya distancia se tenía que haber impuesto antes.
Del mismo modo, ha criticado también la falta de comunicación y que no se hayan puesto en contacto con el resto de los grupos antes de presentar un plan de esta magnitud, algo que, ha señalado, debería haberse expuesto en una comisión extraordinaria de Sanidad.
En la misma línea, tanto Más Madrid como Unidas Podemos se han pronunciado para tachar de “insuficiente” el plan ‘Madrid no se para’ presentado por el Gobierno regional, al tiempo en que han señalado, igualmente, que la ‘cartilla COVID-19’ "va a discriminar a aquellos que han pasado la enfermedad de aquellos que no la han pasado sin saber a qué criterios responde, ni a científicos ni éticos", tal como ha aseverado Vanessa Lillo, portavoz de Sanidad de Unidas Podemos-IU.
Sorprendida de que hablen de estrategias nuevas cuando "no ha habido estrategia en los últimos meses, ni un plan sanitario para coordinar", ha celebrado no obstante la obligatoriedad de la mascarilla porque "no tenía sentido que no lo fuera", aunque a su vez ha lamentado que no hayan hecho refuerzo en Atención Primaria. "Sigue sin aprender nada haciendo populismo sanitario sin reforzar lo necesario", ha dicho.
Por otro lado, desde la portavocía de Sanidad de Más Madrid, Mónica García ha lamentado que el plan de Madrid llegue “tarde” para la contención de los brotes que están sacudiendo a España, que ya tiene al menos 361 activos.
En este contexto, ha criticado también que no se haya presentado ninguna medida de refuerzo para la Atención Primaria y Salud Pública, donde “realmente se contiene la pandemia”, y ha reprochado: "Eso sí, han hablado de una cartilla COVID, que son medidas a posteriori y que no contienen casi, y han vuelto a hablar del hospital de Ifema sin ni una sola medida para hospitales públicos. Pedimos que ponga en marcha medidas para que la Comunidad sea un lugar de seguridad epidemiológica, que no han hecho por incompetencia", ha finalizado.