En su última comparecencia para analizar la evolución de la pandemia de coronavirus, Fernando Simón destacaba la mascarilla tipo FFP3 como la "más eficaz" cuando una persona tiene que protegerse a sí misma. Este tipo de mascarillas son las grandes desconocidas para muchos ciudadanos, que hasta ahora creíamos que la FFP2 era la más efectiva a nuestra disposición. Pero resulta que no, que hay un nivel superior.

Las FFP3 tienen una eficacia de protección frente al covid-19 del 98%, frente al 92% de las FFP2 y el 78% de las FFP1. En cualquier caso, Simón ha querido matizar que la seguridad de las FFP2 sigue siendo "muy alta, de sobra para la transmisión del coronavirus si se mantienen, además, todo el resto de las medidas personales que se deben aplicar".

El uso de las FFP3 se recomienda, al igual que el resto de equipos de protección individual (EPI), fundamentalmente "para su empleo por profesionales para crear una barrera entre un riesgo potencial y el usuario", aunque también están aconsejadas para "grupos vulnerables", tal y como destaca la guía elaborada por el Ministerio de Consumo. Simón, en todo caso, ha dejado claro que pueden usarse de forma personal para protegernos más a nosotros mismos.

No obstante, la mascarilla quirúrgica, recomendada por Consumo para pacientes positivos en covid, es "a priori algo más útil" para evitar que una persona infectada transmita a otros, según Simón. Las FFP3 se encargan de "filtrar el aire inhalado" evitando la entrada de partículas contaminantes en el organismo. Por lo tanto, ofrecen mayor seguridad ante las partículas en el aire y los aerosoles.

No son reutilizables y tienen una duración de entre 4 y 8 horas. No se recomienda usarlas tras habérnosla quitado para dormir, comer, o haber pasado más de 4 horas con ella puesta. Además, si está dañada o húmeda hay que desecharla y cambiarla por una nueva.

Estas mascarillas están divididas en dos grupos, unas con válvulas y otras sin válvulas. Como ya se lleva diciendo durante todo este tiempo, las mascarillas sin válvulas son la mejor opción. Además, las FFP3 cuentan, en su gran mayoría, con una almohadilla interna para un ajuste completo y para que no quede ningún hueco, ya que cubre perfectamente toda la zona inferior de la cara. Con estas mascarillas es más difícil que se nos empañen las gafas.

La mala noticia es que estas mascarillas están exentas de la nueva rebaja del IVA y mantiene su impuesto en el 21%. Cada unidad de mascarilla FFP3 tiene un coste muy elevado, ya que alcanzan un precio de entre 3 y 5 euros cada una. Esto se justifica en que requieren de mejores materiales y una homologación. Este hecho, sumado a que su fabricación es mucho más escasa, puede explicar en parte que su uso regular entre la población aún sea lejano. Se pueden comprar de manera individual o en paquetes en farmacias, tiendas especializadas, grandes almacenes y en Amazon.

Para evaluar que una mascarilla reúne las condiciones óptimas establecidas por el Ministerio de Consumo se recomienda mirar el etiquetado antes de comprarlas. El marcado CE de Certificado Europeo, seguido de cuatro números, o que se cite la norma UNE EN-149 asegura que las mascarillas cumplen con la legislación europea y cumplen estándares de calidad. Otras cosas a observar, las siglas NR marcan que la mascarilla no es reutilizable, mientra R marca que sí puede ser usada más de una vez.