Casi dos millones de personas vacunadas con Janssen están llamadas a ponerse un segundo pinchazo de Pfizer o Moderna a partir de hoy, aunque algunas comunidades ya adelantaron un proceso en el que ONG y servicios sociales son clave para localizar algunos colectivos que fueron inmunizados con la monodosis.
La Comisión de Salud Pública acordó el pasado 26 de octubre dar una segunda dosis de ARNm -una de Pfizer o la mitad de Moderna- a partir del 15 noviembre a los más de 1,9 millones de personas vacunadas con el suero de Johnson & Johnson al menos tres meses después del primer pinchazo.
El motivo, que sus cifras de eficacia están por debajo de las otras tres administradas en España: un reciente estudio publicado por el Ministerio de Sanidad situó a Moderna como la más efectiva frente a infección e infección sintomática (87 % y 89 %, respectivamente), seguida de Pfizer (77 % y 78 %). La de AstraZeneca fue del 68 % frente a ambos eventos y la de Janssen un 64 % y un 56 %, respectivamente.
La protección frente a la hospitalización supera el 95 % en todas menos Janssen (86 %), mientras que la defunción sigue un patrón similar, aunque solo se pudieron obtener estimaciones para Moderna y Pfizer (<95 %) y algo menos para la de Johnson & Johnson.
"Estamos hablando en un contexto en el que se están utilizando vacunas muy, muy efectivas. Cuando empezamos a hablar de lo que esperábamos de las vacunas covid, decíamos que ojalá tuvieran una efectividad superior al 30 % y que lo mejor es que fuera superior al 50 %. Hablamos de vacunas muy efectivas, aunque ésta sea un poco menos", dice a Efe Aurora Limia, coordinadora del Grupo de Trabajo Técnico de Vacunación covid-19 de la Ponencia de Programa y Registro de Vacunaciones y de la estrategia de vacunación.
Janssen fue la cuarta y de momento última vacuna autorizada en la UE y en España, adonde llegó en abril. Desde entonces se ha inoculado a 1,9 millones de personas. El primer grupo al que se administró tenía entre 70 y 79 años y de 40 a 59 años, una población vulnerable por edad a la que Sanidad quería en torno a Semana Santa proteger del virus cuanto antes. Para los menores de 40 ya se empleó casi mayoritariamente Pfizer y Moderna y para los de 60 a 69 años se utilizaron dosis de AstraZeneca.
Esta vacuna de una sola dosis se priorizó también para las personas de difícil acceso para la Administración, bien por su trabajo (por ejemplo, marineros, temporeros o diplomáticos con alta movilidad), bien por estar en una situación personal desfavorable (no disponer de domicilio o ser migrante irregular, por ejemplo). También grandes dependientes con dificultades de trasladarse a los centros sanitarios. Y la selección española de fútbol, que se vacunó de urgencia con Janssen antes de disputar la Eurocopa.
Es importante que los inmunizados con Janssen se pongan un refuerzo de ARNm porque "tanto los estudios que se han publicado como lo que hemos visto en los nuestros es que la pauta heteróloga puede hacer que esas personas estén mucho mejor protegidas". Y, por lo tanto, "evitar hospitalizaciones y transmisiones innecesarias porque las vacunas reducen la infección también, no al 100 ni al 90 %, pero sí hay una reducción de la transmisión cuando una persona está adecuadamente vacunada".
En un principio, Janssen se reservó para mayores de 70 años y paulatinamente se fue ampliando el rango de edad de los destinatarios a los de más de 40; por las ventajas que ofrecía su condición de monodosis, se destinó además a colectivos vulnerables difíciles de captar como personas sin hogar, temporeros o inmigrantes en situación administrativa irregular.
También a grandes dependientes de complicada accesibilidad, con autismo profundo o enfermedad mental con mucha agitación, trabajadores del mar que realizan pesca de altura en campañas de larga duración, población en centros de internamiento o tutelados; cooperantes en países de alto riesgo o personas que no iban a estar en España en las fechas de la segunda dosis por su actividad.
Sanidad ha trasladado que las Consejerías han de seguir la priorización de grupos de población establecida en la Estrategia Nacional de Vacunación. Según este documento, han de recibir dosis adicionales las personas de muy alto riesgo por covid-19 (con una separación de al menos 28 días tras la segunda dosis). Además, las personas internas en centros residenciales de mayores recibirán dosis de recuerdo a partir de los seis meses de haber administrado la segunda dosis, y la población general de 70 años o más será inoculada con una dosis de recuerdo a partir de los seis meses después de haber completado la pauta de vacunación. Por otra parte, Sanidad ha eliminado los 15 minutos de espera que se mantenía en observación a las personas que se vacunaban por primera vez, y afirma que ya no es necesario tras la administración de la dosis de recuerdo.
El Ministerio de Sanidad establece que las personas que recibieron Janssen y que se infectaron de SARS-CoV-2 antes de que se administrara la vacuna, "no es necesario administrar dosis de refuerzo". Esto se aplicará independientemente de la fecha de confirmación de la infección y de la edad del paciente.
En cambio, si la infección ocurrió después de la vacunación con Janssen, "se administrará la dosis de recuerdo con ARNm (0,3 ml de Pfizer o 0,25 ml de Moderna) al menos tres meses después de haber padecido la infección".
Cantabria, País Vasco y Andalucía empezaron antes la campaña de refuerzo de Janssen que hoy se generaliza en el resto de regiones. Andalucía es además una de las comunidades que está contando con la ayuda de ONG y trabajadores sociales para localizar a los colectivos más complicados de encontrar; Murcia está contactando con distintas organizaciones no gubernamentales y empresas hortofrutícolas para que colaboren y en La Rioja median las trabajadoras sociales con los profesionales sanitarios de la zona y los líderes comunitarios.
Extremadura asegura que tienen "los datos de todos" los vacunados con Janssen, igual que Baleares, que también ha echado mano de ONG para los más difíciles de captar, y Canarias, que utilizará la misma estrategia que para la primera dosis: acudir a los albergues que son casi los colectivos más complejos que hay.
Por el contrario, Cataluña, que desplegará una doble estrategia -citando a los vacunados con Jansssen buscando a los colectivos más vulnerables y más difíciles de encontrar con ayuda de entidades sociales-, da por hecho que no dará con todos.
Madrid y Galicia han optado, por su parte, por comenzar por la población reclusa, la segunda a partir del martes, mientras que Castilla y León esperará a acabar antes el proceso de vacunación conjunta contra la gripe y la dosis de recuerdo de la covid en los mayores de 70 años.
Las autoridades sanitarias distinguen entre dosis de recuerdo y adicional. Por adicional o tercera dosis se refieren a los pinchazos que recibieron las personas son el sistema inmune debilitado que no respondieron adecuadamente a la primera pauta completa y que por tanto necesitan una tercera dosis para alcanzar los mismos niveles de protección que desarrollaría una persona sana en condiciones normales. Las dosis de recuerdo o refuerzo se administrarían a personas vacunadas para restaurar la protección si se pierde con el tiempo. El Ministerio de Sanidad se ha referido a la revacunación de 'los Janssen' como dosis de recuerdo.