La ministra Carolina Darias ha anunciado hoy no solo el precio máximo de los test de antigenos en 2,94 euros sino que ha señalado que la Comisión de Salud Pública ha decidido seguir ampliando la tercera dosis por debajo de los 40 años. Será ya desde los 18 años cuando se podrá poner esa dosis aunque el orden será como siempre "por orden de edad" como se ha venido haciendo hasta el momento: de 40 hacia abajo. No solo eso. Se reduce el plazo para una dosis de refuerzo de seis a cinco meses. De esta forma, una vez se termine con los adultos mayores de 40 años, se empezará con los de 30 y así sucesivamente hasta llegar a los de 18. En cualquier caso, se priorizará a las personas de riesgo y a las que completaron hace más tiempo la pauta de vacunación.
"Está en consonancia lo que están haciendo otros países de nuestro entorno y en función, sobre todo, de la evidencia que vamos obteniendo", ha explicado Carolina Darias al ser preguntada por las razones que han llevado al Gobierno a reducir el intervalo entre la segunda y la tercera dosis de la vacuna de la covid de seis a cinco meses. Si una persona es contagiada de covid entre la segunda y la tercera dosis, tendrá que esperar cuatro semanas desde la detección de la infección, ha recordado la ministra. Esta manera de proceder ha sido llevada a los tribunales. Gran parte de los expertos la consideran también un sinsentido.
En estos momentos, apenas el 25,15 por ciento de los ciudadanos españoles de 40 a 49 años ha recibido la dosis de refuerzo, en comparación con el 47,87 por ciento de los de 50 a 59 años, el 82,50 por ciento de los de 60 a 69 y el 89,55 por ciento de los mayores de 70 años.
Igualmente, la Comisión también ha hecho un llamamiento a la necesidad de "seguir priorizando la vacunación de los menores de 12 años". A datos de ayer, un total de 1.240.009 niños de 5 a 11 años ya han recibido su primera dosis, el 37 por ciento del total, lo que supone 48.297 más que el martes (1.191.712), tras el inicio de la vacunación el miércoles 15 de diciembre.
Por contra tanto la OMS como la EMA ya han dejado claro que no consideran que la mejor forma de acabar con el covid sean las dosis de refuerzo indefinidas y permanentes y creen que hay que trabajar para vacunas que ataquen la infección y la posibiidad de contagios.