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Beber muchas tazas de té o café contribuye a reducir el riesgo de sufrir demencia, según un estudio publicado en la revista 'Neurology'. Según sus conclusiones, las personas que bebían 11 tazas a la semana de media tenían un tercio menos de riesgo de ser diagnosticadas en comparación con las que solo tomaban nueve tazas a la semana.
Pero no solo el té y el café tuvieron un efecto beneficioso. Realmente es un mayor consumo de alimentos saludables lo que ayuda a prevenir la devastadora enfermedad que borra la memoria. El estudio examinó a 1.059 personas en Grecia con una edad promedio de 73 años que no tenían demencia.
Cada persona respondió un cuestionario de frecuencia alimentaria sobre su dieta durante el último mes, que incluía la cantidad de productos lácteos, cereales, frutas, verduras, carne, pescado, grasas, alcohol, dulces y legumbres, como judías, lentejas y guisantes. Se les dio una puntuación en relación a lo inflamatoria que era su dieta.
Aquellos con las puntuaciones más bajas de -1.76 comieron alimentos menos saludables: solo nueve porciones de frutas, 10 de verduras, dos de legumbres y nueve de café o té por semana. Aquellos con las puntuaciones por encima de de 0.21 comieron 20 porciones de frutas, 19 de vegetales, cuatro de frijoles y legumbres por semana y 11 de té y café.
Después, los investigadores monitorizaron a los participantes durante tres años, tiempo en el que el seis por ciento desarrolló demencia. Cada disminución de un punto en la puntuación de la dieta tenía un aumento del 21 por ciento en el riesgo de demencia, encontró el estudio, publicado en la revista Neurology.
Aquellos en el tercio inferior tenían tres veces más probabilidades de desarrollar demencia que aquellos en el tercio superior. Los científicos dijeron que era el efecto antiinflamatorio de las dietas saludables lo que probablemente suprimiera el riesgo de demencia. Estos alimentos son ricos en vitaminas y minerales, que pueden proteger a las células del daño y prevenir la inflamación en el cuerpo.
El té contiene antioxidantes llamados catequinas, más abundantes en el té verde. El café está repleto de compuestos que se han relacionado con efectos antioxidantes y antiinflamatorios en la mayoría de las personas. Se ha descubierto que estos dos productos básicos del hogar protegen de alguna manera contra la demencia en múltiples ocasiones.
Por el contrario, los alimentos altamente procesados con grasas saturadas, azúcar y sal pueden desencadenar inflamación en el cuerpo. Este tipo de dieta también puede causar deficiencias nutricionales, lo que no ayudará a la salud del cerebro. El doctor Nikolaos Scarmeas, autor del estudio, dijo: “Puede haber algunas herramientas nutricionales potentes en su hogar para ayudar a combatir la inflamación que podría contribuir al envejecimiento del cerebro".
"La dieta es un factor de estilo de vida que puede modificar y podría desempeñar un papel en la lucha contra la inflamación, una de las vías biológicas que contribuyen al riesgo de demencia y deterioro cognitivo en el futuro", añadió.
La dieta no es el único elemento que puede determinar el riesgo de demencia. Se recomienda no fumar, mantenerse activo mental y físicamente, limitar el alcohol y controlar la presión arterial y el colesterol para mantener la salud cognitiva bajo control.