Tres brotes de coronavirus en Valladolid, ya controlados, en dos residencias privadas y en el hospital Río Hortega, han provocado una veintena de positivos y un aislamiento, con decenas de pruebas de moleculares a todos los contactos de los tres casos iniciales, según ha detallado este martes la consejera de Sanidad, Verónica Casado.
En una de las residencias un PCR en un residente detectó un caso positivo y tras hacer test moleculares a otros 55 contactos han salido otros cinco positivos; y en la otra un contagio en una profesional del centro ha llevado a hacer 85 test moleculares con 11 contagiados más.
La titular de Sanidad ha explicado en rueda de prensa en la que ha dado a conocer la evolución de la pandemia en la Comunidad, que han activado la unidad COVID residencias y están en contacto con los servicios de prevención de riesgos laborales de las dos empresas para intentar controlar los casos en todos los trabajadores.
Además, el hospital Río Hortega de Valladolid ha comunicado esta mañana que una paciente ingresada que había dado negativo en coronavirus ha dado positivo tras un control periódico y llevado a activar el operativo, con test a todos los trabajadores de la planta, y el resultado de un positivo y otro con fiebre, los tres aislados y en observación.
La consejera ha explicado que el servicio medicina preventiva del hospital está haciendo en este momento el estudio de los contactos.
Casado ha sostenido que no están preocupados por los brotes de las residencias ya que la vigilancia epidemiológica ha funcionado, de forma que se detectan los casos, se aíslan y "eso da mucha tranquilidad".
"Las personas que han tenido contacto más estrecho están siendo estudiadas y a lo mejor se determina la cuarentena", ha explicado la titular de Sanidad, que ha comunicado la Consejería de Familia los casos en esas residencias, y corresponde a ese departamento decidir sobre limitaciones de visitas y entradas, que sería "razonable".
Castilla y León se incorporará a las cero horas del domingo 21 de junio a la fase de la nueva normalidad, que la consejera de Sanidad confía en que vaya acompañada de total movilidad, y que los "cierres" por casos de transmisión comunitaria del COVID se hagan por zonas básicas de salud o municipios en el caso de las ciudades.
Aunque el plan para esa nueva normalidad, que compete a cada Comunidad, está por concretar, la consejera ha avanzado que el núcleo central serán la distancia entre las personas y las medidas de higiene de manos y uso de mascarilla.
Castilla y León está "en plena redacción de los documentos" de esa etapa de nueva normalidad, y esta tarde se reúne el Consejo Interdepartamental, dirigido por la directora General de Salud Pública, con presencia de los directores generales de todas y cada una de las consejerías para cerrar cómo va a ser el redactado final de la de la norma.
En el caso de que haya algún brote que no pueda ser contenido, como sucede en estos momentos en los que los casos se han aislado y controlado con un seguimiento de los contactos, las decisiones de desescalada serán por zonas básicas de salud o por municipios en el caso de las ciudades.
La consejera ha recordado que la Comunidad no puede impedir la movilidad, que depende del gobierno, pero sí puede solicitar al gobierno ayuda para poner limitaciones como ya ocurrió al inicio de la pandemia con la zona de Miranda de Ebro, en la que se aplicó la Ley de Salud Pública.