Los abuelos contagiados en la residencia DomusVi de Outeiro de Rei , en Lugo ya son más de 141, sin que sus familiares sepan cómo ha ocurrido. Desde la dirección les aseguran que todos los residentes fueron aislados, pero los casos se han multiplicado y cuatro han fallecido, mientra 16 están ingresados. Lo peor, cuentan algunos familiares, es que la Xunta ha intervenido la residencia con cuatro profesionales sanitarios para hacer el trabajo de los 22 trabajadores que están de baja tras dar positivos.
"Mi abuelo está asintomático, pero está perfecto, haciendo sus crucigramas", cuentan al teléfono algunos familiares con voces entre las que se mezclan la indignación y la inquietud. "¿Hasta cuándo estará bien, y si se pone malo repentinamente?,¿cómo se ha contagiado mi abuelo?,¿lo llevarán a un hospital".
Son las preguntas que se hacen a la vez que se lamentan de todo lo que está ocurriendo en la residencia, donde aseguran no hubo contagios en la primera ola de la pandemia y que el trato es muy bueno. Es el caso de una de las parejas que vive pendientes del abuelo, y que no logran entender cómo pudo dar "negativo en dos pruebas PCR que le hicieron y solo una semana después está contagiado. Nos dijeron que lo habían aislado y ahora, él y su compañero de habitación están infectados".
El 24 de agosto el miedo se les metió en el cuerpo por el abuelo nonagenario, uno de los 141 contagiados de los casi 200 que viven en el centro geriátrico de Lugo, gestionado por la misma empresa privada envuelta en un escándalo de supuesto maltratos en Valencia. Primero se quejaron en los periódicos locales de que no recibían información y ahora cada dos días reciben un correo de la dirección informándoles de la evolución de sus mayores.
Sin embargo, esto no los tranquiliza. Por el contrario, cada vez están más alarmados, porque el número de mayores positivos va en aumento, mientras se llenan de dudas y suspicacias sobre lo que realmente está ocurriendo en el interior del centro por el que pagan 1.400 euros al mes para que su abuelo esté bien cuidado.
"La directora de la residencia nos ha mandado correos, el primero hace 15 días, contando de un primer contagio por un trabajador que participó en un bautizo y después fueron aumentando los contagios de 15 en 15 . A día de hoy hay 22 trabajadores de baja por ser positivos. ¡Son muchos! aseguran y lo peor es que la intervención de la Xunta ha sido enviar "una enfermera, tres auxiliares y una médico geriatra que va unas horas. ¡No me parece normal!, explican. "cuatro personas para hacer el trabajo de 22. La solución de la Xunta es de risa", se lamentan.
"Veo algo raro en los correos, nos hacen desconfiar, se nota que no saben muy bien qué protocolo seguir. Tanto es así que ellos querían que intervinieran el centro porque se les iba de las manos". No queremos pensar que nos están engañando con la cifra de muertos. Todo esto nos cogió en shock", aseguran. Para esta pareja la inquietud es general entre los familiares, porque es "gente mayor que está desamparada, no sabemos en qué condiciones están los que han sido hospitalizados".
Por el momento, la mayoría, a pesar de estar infectados no tienen síntomas o son leves, pero "son muchos asintomáticos y existen muchas probabilidades de que se compliquen las cosas, porque son personas muy mayores; uno de los contagiados "murió en la residencia no sabemos si no los están derivando al hospital o se puso malo malísimo de repente o qué pasa si me abuelo se pone enfermo. Nos surgen muchas preguntas y siempre son mismos a pagar".