El brote de coronavirus detectado en una residencia de ancianos de Chimillas, municipio de la provincia de Huesca, ha elevado la cifra de contagiados a 50 personas. El pasado miércoles se habían confirmado 16 positivos, pero tras la realización de las pruebas PCR a los 108 usuarios del centro, los casos se han disparado.

Según informa el Heraldo de Aragón, este brote ya ha acabado con la vida de un anciano que estaba hospitalizado con patologías previas. Otras dos personas mayores también tuvieron que ser hospitalizadas. Además, faltan los resultados de las pruebas realizadas a los 40 trabajadores.

El presidente de Aragón, Javier Lambán, achacó ayer jueves a los trabajadores de las residencias de ancianos la proliferación de brotes que se están registrando en estos centros en la Comunidad, con contagios entre usuarios y empleados.

"Ahora, quienes introducen el virus en las residencias son los trabajadores", aseveró Lambán, quien rehusó entrar en detalles, aunque se ha referido a los casos de las residencias de Burbáguena (Teruel), con 2 fallecidos y 62 infectados entre cerca de cien residentes y quejas de trabajadores por no recibir equipos de protección completos hasta el pasado fin de semana, y de Chimillas, detectado a raíz del positivo de una trabajadora sanitaria.

Son casos "un tanto escandalosos", subrayó Lambán en la rueda de prensa para hacer balance del año de gestión del Gobierno cuatripartito formado por PSOE, Podemos, CHA y PAR que lidera.

Tras esas declaraciones, que sembraron la polémica, el presidente quiso hacer una matización a través de su cuena de Twitter, donde aseguró que "los trabajadores no tienen ninguna responsabilidad" y que son los responsables de las residencias los que tienen que evitar "descuidos que pueden ser muy perjudiciales para los residentes".

El presidente ha insistido en que la situación respecto a marzo nada tiene que ver, ya que las magnitudes son "difícilmente comparables entre sí" y en que en las residencias los contagios entonces derivaban del trasiego de residentes entre los centros y los hospitales y de las visitas de los familiares, algo que está ahora está "erradicado" como posibilidad de transmisión del virus.

En todo caso, espera que las medidas anunciadas por las consejeras de Sanidad y de Ciudadanía y Derechos Sociales, Sira Repollés y Mariví Broto, tengan efectos positivos, si bien ha incidido en que la situación exige que las residencias, por medio de sus órganos directivos y sus trabajadores, "extremen las medidas y eviten descuidos que pueden resultar después muy perjudiciales para la salud de los residentes".

Lambán ha reiterado que la situación nada tiene que ver con marzo y que los brotes se puedan afrontar de una manera "infinitamente mejor", aunque ha precisado que mañana, en la Conferencia de Presidentes en La Rioja, insistirá en la necesidad de que se produzca una homogeneización entre las Comunidades a la hora de dar las cifras de covid-19 y que se verifique la "calidad" de los datos.

Según Lambán, no se trata de establecer agravios ni comparaciones porque tiene, ha dicho, "una idea bastante precisa de lo que está ocurriendo" pero sería "temerario" hacerla pública porque carece de datos suficientes para hacerlo.

Eso, ha enfatizado, es una mala noticia, porque contar la verdad "sin ningún tipo de tapujo" es en sí mismo un elemento de salud, mientras que "las tergiversaciones, las ocultaciones y el manejo incompleto de los datos, lejos de reforzar las políticas sanitarias, se las debilita".