Aunque muchos creen que las nueces de macadamia son originarias de Hawai, esto no es realmente así. Sí se cultivan sobre todo allí, pero son procedentes de Australia. Es por ello que también es conocida como 'nuez australiana'.
Se trata de una variedad de nuez que es la más buscada en todo el mundo y que se produce en zonas templadas y húmedas de Hawai, California, Florida, Centroamérica, Brasil, Indonesia y África Oriental, y su precio es más elevado que el de el resto de nueces, situándolo como uno de los frutos secos más caros, apreciados y demandados del mundo.
La nuez de macadamia es un fruto seco considerado gourmet, por su delicado sabor y suave textura, porque es uno de los frutos secos más nuevos y por su pequeña producción en comparación con otras especies, lo que hace que su precio también sea algo más elevado. El árbol puede llegar a tardar entre 7 y 10 años en dar el fruto. Estas nueces solo pueden cosecharse un par de veces al año. Su gruesa cáscara, a menudo eliminada antes de su venta, dificulta el distinguir las nueces maduras de las inmaduras, lo que hace que el proceso de recolección sea más intenso y caro.
Cuenta con un sabor que se asemeja al del coco o al de la nuez tostada, y su textura es suave y mantecosa. Es muy habitual emplearla para elaborar postres como magdalenas y pasteles como el brownie de chocolate y también en el exquisito helado de vainilla con nueces de macadamia, por ejemplo.
Asimismo, el uso de este tipo de nuez y, especialmente, de su aceite, tiene grandes beneficios cosméticos, principalmente en el cabello. El empleo de dicho aceite ayuda a evitar la caída del pelo y a acelerar su crecimiento, a evitar que se reseque y provoca que crezca más grueso, fuerte y sano, entre otros muchos beneficios.