El riesgo de contagio en la barba, las uñas, el maquillaje o los complementos como anillos o piercings
Los expertos advierten que hay que tener cuidado con los detalles del día a día
La pandemia por coronavirus ha hecho que la población tenga mucho más en consideración la limpieza en todos los sentidos. El riesgo de contagio a través del contacto, o el aire, hace que toda medida de precaución sea escasa. Algunos detalles como morderse las uñas, llevar todo el día pendientes o dejarse una barba profunda, pasan desapercibidos, pero pueden acarrear riesgos. El doctor Xavier Xercavins, experto en medicina preventiva, comenta algunos consejos sobre estas cuestiones en Informativos Telecinco.
El virus se puede quedar en la barba a través de aerosoles
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“El que tiene una barba, tiene un 'nido', un conjunto de hilos. Si es recortada, no pasa nada. Pero si es frondosa, con una corriente de aire, a través de los aerosoles que vemos ahora, el virus se puede esconder y durar dos días", señala Xercavins.
"El que tiene una barba frondosa se tiene que pegar una ducha nada más llegar a casa, al volver de la calle, con el jabón se desinfectaría la barba. Echarse agua solamente puede acarrear riesgos. En este caso la mejor solución sería empapar la barba con alcohol, para descontaminarla. El problema es que si no se lava mediante una ducha o con una solución, cuando te vas a dormir, los virus se van a quedar en la almohada y luego se van a respirar. No es sencillo", explica.
La 'mala costumbre' de morderse las uñas
"Morderse las uñas, a veces, es un acto reflejo. Las personas con esta costumbre tienen que lavarse aún más las manos o utilizar alcohol, pero hay que evitar mordérselas. El virus, no sabemos hasta que punto, puede quedarse en estos recodos que hay entre la uña y la piel -pequeñas suciedades podridas-. Si una persona sabe que no se va a poder 'controlar', tiene que usar un cepillo -clásico de uñas o dientes-. De esta manera no habría virus", comenta el doctor.
¿Pintarse las uñas también presenta riesgos? "Pintarse las uñas solo presenta el riesgo de que el virus quede 'enclaustrado' entre la pintura y la uña. Teóricamente, con que pasen tres días, el virus estará muerto. Si previamente se ha hecho una buena limpieza de uñas, no veo problemas con esta cuestión. Ni con el esmalte", asegura.
El maquillaje puede acarrear algún riesgo al ser pastoso
"El maquillaje hay que desinfectarlo -el que viene en las cajas-. El virus puede quedarse en la superficie unos días -al ser algo pastoso-. Si se llega a casa y se quita el maquillaje con una solución desmaquillante, que lleve alcohol, sino habría que aplicarlo después -si la solución no lo lleva-, no habría problema. Lo que no se puede hacer es compartirlo. Nada se puede compartir, en este sentido", destaca Xercavins.
Complementos de metal: anillos, colgantes, pendientes... "todo hay que lavarlo"
"Todas estas piezas, que sí que son lavables -anillos, pendientes o piercings-, al final del día hay que pasarles agua y jabón o alcohol. Lo que no hay que hacer es acostarse con un colgante o unos pendientes que no han sido lavados previamente. Porque se pueden contaminar las sábanas y lo vas a respirar durante toda la noche. Hay que quitárselos para dormir", explica el doctor.
"El virus se va a pegar igual en el metal que en la piel, se quedaría en ambas partes. Lo único que, si no te lavas las manos, el virus estará en la piel alrededor de un día y en el metal puede durar 10. Si se lava todo no hay problema", añade.
Otras recomendaciones para personas que conviven juntas
"Cada miembro de la casa debe tener una toalla. Ya sea de ducha o de manos. Esto pasa igual que con los abrazos o el sexo entre pareja: si los que residen se encuentran bien y han estado conviviendo juntos, no habría problema, pero no es muy recomendable, porque no se sabe quien de la familia, por ejemplo, ha ido al supermercado y puede que se haya contagiado", señala Xercavins ante una cuestión que está en la mente de todos, los abrazos.
"Si quieres riesgo cero, lo mejor es no dar el abrazo. Con mascarilla sí que se puede dar un abrazo (dentro de casa). Pero entre personas que no conviven en la misma casa, nada ¿Hasta cuándo? Ya se verá", concluye el experto. Y es que los pequeños detalles siguen marcando la diferencia.