Tener una flora intestinal sana supone muchas ventajas, pero sin duda la más significativa (y la que mejor resume sus buenos efectos) es la de alargar la vida. De hecho, existen estudios que demuestran la existencia de una estrecha relación entre la microbióta (es decir, la flora intestinal) y la longevidad. En esta lista de investigaciones encontramos una muy relevante, liderado por científicos españoles, en la que se demostró que una bacteria en concreto estaría íntimamente relacionada con una vida más larga. ¿Cuál es la bacteria intestinal que alarga la vida?
El estudio, realizado por un equipo de la Universidad de Oviedo (junto con el Instituto Nacional de salud e Investigación Médica de París, el Instituto de Productos Lácteos de Asturias (IPLA-CESIC), la Universidad de Zaragoza y la Universidad Europea de Madrid) y liderado por Carlos López-Otín y Pedro Moral Quirós en 2019, fue publicado entonces por la revista 'Nature Medicine'. En él se concluyó que las alteraciones en la microbiota intestinal pueden provocar envejecimiento ; del mismo modo, una flora intestinal sana supone una mayor esperanza de vida. Y entre el universo de bacterias que podemos encontrar, destacó en nombre de una: 'Akkermansia muciniphila'.
En concreto, el estudio se centró en analizar la microbiota de españoles muy longevos, observando en ellos un nivel elevado de bacterias beneficiosas, como 'Akkermansia muciniphila'. Además, esta bacteria aparecía en proporciones más reducidas en muestras extraídas de ratones con progeria, una enfermedad rara que provoca un envejecimiento acelerado, así como en pacientes humanos con esta enfermedad. De esta forma, fue posible establecer una clara relación entre la presencia de determinadas bacterias y una mayor longevidad, y viceversa.
"Uno de los objetivos era identificar qué alteraciones estaban presentes en la microbiota intestinal de los ratones y pacientes con progeria y analizar si las bacterias cuyos niveles estaban alterados ejercían un papel perjudicial o beneficioso", señaló entonces Carlos López-Otín.
Gracias a este hallazgo sería posible tratar enfermedades humanas a través de la regulación de la microbiota intestinal, mediante trasplantes o probióticos. Se trata, por tanto, de una línea de investigación clave, especialmente para pacientes con trastornos metabólicos. En esta línea, el equipo asturiano demostró que el trasplante de microbiota fecal de ratones sanos o el tratamiento con la bacteria 'Akkermansia muciniphila' extiende la vida de los ratones con envejecimiento acelerado. Igualmente, ocurrió exactamente lo contrario cuando el trasplante se hizo de ratones con progeria a sanos.
No es el único efecto positivo de una flora intestinal saludable: también se ha asociado esta circunstancia con un efecto positivo en la respuesta a inmunoterapia de pacientes con cáncer.