El expresidente del Gobierno José María Aznar ha advertido de que enviar el mensaje de que Madrid es una ciudad "prácticamente apestada", en la que "no se debe estar ni vivir ni pisar es un "error muy grande", como lo es también la sensación de "obsesión por el control político" de la capital.
Igualmente, ha lamentado el "intento de criminalizar a algunas personas" en Madrid, y ha censurado que el Gobierno de Pedro Sánchez se refugie en la "cogobernanza" para justificarse.
En encuentro telemático organizado por Nueva Economía Fórum, Aznar ha lamentado esa obsesión por controlar Madrid más allá de la decisión de los ciudadanos, pero también ha advertido a los partidos que gobiernan esta comunidad -PP y Ciudadanos- que si tienen "un tropiezo" éste puede tener un "efecto cascada" en toda España.
El expresidente ha considerado que durante años la Comunidad de Madrid ha sido "un modelo de referencia y de libertad política, así como de tolerancia y de convivencia sin exclusiones".
Es además, ha recordado, la comunidad que más aporta al PIB español (el 20 %) y, por tanto, la solidaridad y la cohesión del país dependen también del bienestar de Madrid. Por eso ha insistido en el "error" de mandar el mensaje de una Madrid "apestada".
También ha considerado que "alguien tendrá que explicar cómo no teniendo el estado de alarma" en vigor se puede "sustituir" por una orden ministerial y se puede intervenir la ciudad.
A su juicio, hay además "un intento de criminalizar a algunas personas absolutamente inaceptable" así como una fuerte "sensación de desorden por malas decisiones tomadas".
José María Aznar ha señalado, por otra parte, que no sabe a lo que se refiere el Gobierno cuando habla de "cogobernanza" y se ha preguntado "cómo es posible pasar de la alarma a la cogobernanza sin solución de continuidad".
Tras recordar que hay "un reparto constitucional de competencias", ha dicho que "lo que hace falta es asumir responsabilidades" y no se puede tener un país en el que "nadie asume la responsabilidad para hacer según qué cosa".
Como ejemplo ha criticado que Pedro Sánchez haya invitado a la próxima Conferencia de Presidentes a la presidenta de la Comisión, Ursula Von der Leyen, para que sea ella la que explique cómo se tienen que aplicar y gestionar las partidas del fondo de recuperación europeo.
Ha señalado que dichos fondos "están condicionados a ser invertidos en tres o cuatro cosas" que todo el mundo sabe pero aún no se conocen los proyectos que va a presentar España para cobrar estas ayudas, y ha lamentado que España no haya recibido aún, ni vaya a recibir "en mucho tiempo, ni un solo euro".
También ha criticado que Sánchez haya pedido en Bruselas que se acelere la tramitación de los fondos pero no detalle en España cómo van a ser los presupuestos del Estado ni qué previsión de ingresos y gastos van a tener.
Ha añadido que lo que se tiene que preguntar el Ejecutivo es si la mayoría con la que gobierna le va a dar apoyo a las cuentas, pero no puede pretender tener, por parte de la oposición, "adhesiones incondicionales" porque eso es lo que reclaman los regímenes "autoritarios".