El canciller austríaco, Alexander Schallenberg, considera "probablemente inevitable" que el confinamiento domiciliario que se va a implantar, a partir del próximo lunes, para las personas que no se hayan vacunado contra la covid en el norte del país, no se termine realizando en los próximos días en todas las regiones de Austria.
Schallenberg ha considerado que esta medida será necesaria, debido a que las infecciones diarias "están en un nivel récord y las unidades de cuidados intensivos están cada vez más tensas", según declaró este jueves, tercer día consecutivo en el que el país batía su récord de contagios.
La primera región en implantar la medida será Alta Austria, debido a que, según el gobernador local, Thomas Stelzer, "la situación es dramática".
El Gobierno austríaco pretende con esta medida presionar a los antivacunas a través de restricciones, ya que posee la tasa de vacunación más baja de Europa occidental, con un 65% de la población inmunizada. Por eso, la semana pasada anunciaban el pase covid como requisito obligatorio para acceder a lugares de ocio y gastronomía, así como a centros de estética y eventos.
Entre los principales causantes de esta "vergonzosamente baja" tasa de vacunación se encuentra El Partido de la Libertad, representante de la extrema derecha en Austria y tercero más grande del parlamento, que se ha posicionado numerosas veces en contra de la inoculación contra la covid y ha sembrado recelos entre la población acerca de las vacunas.
Actualmente, el 20% de las camas de cuidados intensivos se encuentran ocupadas por pacientes covid y la cifra continúa aumentando, por lo que, según un plan de gobierno incremental acordado en septiembre, cuando la cifra alcance el 30%, las personas que no estén vacunadas contra el coronavirus estarán obligadas a sufrir un confinamiento similar al del inicio de la pandemia.
El canciller cree, por este motivo, que se encuentran a tan solo "unos días" de que se produzca el bloqueo para las personas no vacunadas. "Un encierro significa que uno no puede salir de su casa a menos que vaya a trabajar, comprar (lo esencial), estirar las piernas", ha sentenciado.
Los expertos holandeses recomendaron el jueves un cierre parcial de dos semanas, que sería el primero de Europa Occidental desde que las vacunas se desplegaron ampliamente. Sin embargo, el canciller Austríaco quiere evitar imponer restricciones adicionales a quienes están completamente vacunados y prefiere implantar este bloqueo para los que se nieguen a inmunizarse contra el virus.